En los 24 años de su fantástica carrera, el suizo Roger Federer entabló un clásico con el cordobés David Nalbandian, protagonizó recordadas batallas tenísticas con el tandilense Juan Martín Del Potro y quedó curiosamente con historial negativo ante sólo dos argentinos: Lucas Arnold y Franco Squillari.
El "Rey David", retirado en 2013, le ganó en los primeros cinco enfrentamientos y en dos de las tres finales que disputaron: Masters de Shanghái en 2005 y Masters 1000 de Madrid en 2007. También lo venció en su tierra, Basilea, en las semifinales de la edición 2002 del Abierto de esa ciudad.
Del Potro, amigo de Federer en el circuito, le ganó partidos emblemáticos. El más recordado, acaso en la jornada más importante de su vida deportiva, fue la final del US Open 2009, que le dio al argentino su único título major.
Sólo Arnold y Squillari pueden presumir en el tenis nacional de tener "de hijo" a una de las máximas glorias del deporte blanco. El primero le ganó en el único antecedente de 1998 en el torneo de Gstaad, en Suecia, del que Roger participó como "lucky looser" cuando tenía apenas 16 años y estaba 702 del ranking mundial.
Squillari lo hizo dos veces, en el Masters 1000 de Hamburgo 2001 y el ATP de Sydney 2003.