Disconforme. El acusado siempre negó haber abusado y corrompido a los chicos. Su defensor, Horacio Merino, analiza pedir la revisión del fallo en la Corte de Justicia.

 

"¡Fuerza, Mario, bien… inocente!", fueron las exclamaciones, tímidas, desde el exterior de la puerta de ingreso a Tribunales. Desde el interior, cabizbajo, Mario (51), daba señales en contrario rumbo a los calabozos. Y razones tenía: acababa de escuchar que el juez Raúl José Iglesias (Sala I, Cámara Penal) había apoyado el pedido de la fiscal de Cámara subrogante, Ana Lía Larrea, y le había aplicado una de las condenas más duras de los últimos tiempos en San Juan: 35 años de cárcel por abusar, violar y corromper a cinco de sus sobrinos menores. Tres de esos chicos son hermanos: una niña de 15 años que sólo fue manoseada y corrompida, su hermana de 13 que dijo haber sido violada incluso conjuntamente con una prima de la misma edad, y un varón de 11 que también aseguró haber sido violado. La otra víctima fue un varón (tenía 16 años) que declaró ser violado y sometido a otras prácticas entre los 7 y los 12 años, en cada una de las cuales era tratado como mujer por el tío, un sujeto que también es su padrino.

Quien no estuvo para nada conforme con el fallo fue el defensor Horacio Merino. Había pedido la absolución para su cliente luego de calificar como contradictorios los dichos de las víctimas y aludir a un supuesto "complot" de sus padres para perjudicar al "tío Mario" por problemas familiares. Ahora, podrá reclamar ante la Corte.

Todo se descubrió el 9 de abril de 2018 en Rawson. Ese día la mamá de los tres hermanos le pidió a su cuñado que le ayudara con una rueda pinchada de su moto. El acusado fue y la hizo parchar, pero cuando volvió protagonizó como una escena de celos con su hija de 13 años. Cuando la mujer se interesó y pidió explicaciones, el sujeto le dijo que la niña "se la estaba mandando con los pendej… del barrio" y se fue porque la mujer le dijo que de ese asunto se ocuparía ella. Su hija, en cambio, le contó entre lágrimas que su tío abusaba de ella. Su hermana mayor, que escuchaba todo, también se quebró y dijo que a ella le hacía lo mismo. Y días después el varón se sumó a la lista de abusados. Para entonces el tema ya estaba en boca de todos los familiares y ahí se supo que otros dos primos también habían sido víctimas del "tío Mario".

El 19 de abril de 2018, la madre de los tres hermanos denunció y pronto se sumaron sus hermanas, madres de los otros chicos. A todas les costó creer, porque Mario siempre les daba una mano, era "jodón" y por años le habían confiado el cuidado de sus hijos o se los prestaban cuando él se los pedía con la excusa dar un paseo o hacer un trámite, sin pensar que los entregaban a un depredador sexual.