Una cantidad de muertos aún no precisada, pero que supera el medio centenar, dejó hoy una serie de motines al parecer coordinados en las tres principales cárceles de Ecuador, lo que puso en inmediato alerta al gobierno, que usó la fuerza “para garantizar la seguridad de los detenidos”, según el presidente Lenin Moreno.
Cuando aún las fuerzas de seguridad no habían recuperado el control total de los penales, y sin elementos que parecieran sostenerlo, Moreno acusó al correísmo de estar detrás de los desmanes, sin presentar evidencias, en medio de una carrera electoral todavía abierta que tiene pendiente una segunda vuelta para el 11 de abril.
Aunque los diarios locales La Hora y El Comercio hablaron inicialmente de 10 muertos, el sitio digital Primicias elevó luego esa cifra a 31 (ocho en el Centro de rehabilitación de Cotopaxi, en Latacunga; 15 en el de El Turi, en Azuay, y ocho en la Penitenciaria del Litoral, en Guayaquil), pero después la propia Policía informó que los fallecidos superaban los 50.
"Al momento, Criminalística reporta más de 50 PPL (personas privadas de la libertad) fallecidos", consignó la fuerza en su cuenta de la red Twitter.
Los motines se iniciaron casi en simultáneo, por la mañana, en los tres penales mayores del país, ubicados entre sí a distancias que van de los 200 a los 450 kilómetros.
"Organizaciones criminales realizan acciones de violencia simultáneas en varios centros penitenciarios del país; la Policía de Ecuador, en coordinación con el ministro de Gobierno, Patricio Pazmiño, están actuando para retomar el control de cárceles en Guayaquil (oeste), Cuenca (sur) y Latacunga (centro)", fue lo primero que escribió Moreno en su cuenta de Twitter.
Le siguió el mismo Pazmiño, quien advirtió que se trataba de una “acción concertada de las organizaciones criminales para generar violencia en centros penitenciarios”.
“Ante la acción concertada de organizaciones criminales para generar violencia en centros penitenciarios del país, desde el Puesto de Mando Unificado conjuntamente con el mando policial gestionamos acciones para recuperar el control”, publicó el titular de Gobierno.
Pero en su habitual ciclo “De frente con el Presidente”, Moreno volvió a la idea de que las revueltas tenían origen en “una pelea de mafias organizadas” y reseñó que pidió que “se use la fuerza de manera progresiva para garantizar la seguridad de los detenidos”.
Después fue más allá y advirtió que le parecía “raro” que ocurrieran motines en los centros penitenciarios y hasta especuló con la chance de que militantes y seguidores de su antecesor Rafael Correa tuvieran que ver con las revueltas.
“En octubre (2019), el correísmo contrató a criminales que estaban fuera de las cárceles para provocar los desmanes y distorsionar la legítima aspiración de los indígenas; no nos asombraría que ahora la mano de ellos esté presente, total, son bastante conocidos”, sostuvo el mandatario.
El concepto parece una referencia a que hoy llegó a Quito la columna de Pachakutik que reclama al Consejo Nacional Electoral (CNE) un recuento de votos de las elecciones de hace semanas, en defensa de la candidatura de Yaku Pérez a la presidencia. Pérez aparece tercero detrás del exbanquero Guillermo Lasso.
La réplica de Correa fue casi inmediata: “Este pobre hombre está realmente fuera de sus cabales. Mientras tanto, siguen matándose en las cárceles y la gente muere por falta de vacunas."
"Recuerden que eliminó el Ministerio de Justicia, responsable de la rehabilitación social”, escribió Correa en Twitter desde Bélgica, donde reside tras terminar su mandato.
Y agregó: “Nunca olviden que Moreno, para darle más poder a Romo, eliminó el Ministerio de Justicia, encargado de la cárceles y la rehabilitación social. La nefasta labor de Romo, solo preocupada en perseguir y repartir hospitales, destruyó la seguridad del país en todos los sentidos.”
María Paula Romo fue ministra de Gobierno de Moreno y era muy cercana al mandatario, pero fue destituida por la Asamblea Legislativa en noviembre del año pasado por su desempeño durante las manifestaciones y protestas de octubre de 2019.
Sobre los motines de hoy, la comandante de la Policía, Patricia Carrillo, calificó de “crítica” la situación y alertó que “además de sus normales responsabilidades de seguridad ciudadana y los amotinamientos, la Policía Nacional está haciendo frente a dos hechos que demandan operativos sobre la marcha”.
Según la planificación policial, 1.470 efectivos están desplegados en distintos puntos de la capital para controlar posibles desmanes, de acuerdo al diario El Comercio.
La vocera de la Policía Nacional, Rafaela Montoya, dijo al sitio Primicias que más de 20.000 uniformados tienen asignadas tareas relacionadas con el proceso electoral.
Aun así, la Policía desplegó refuerzos en todas las cárceles del país para prevenir nuevos incidentes y colaborar con el Servicio de Rehabilitación Social.
La fuerza dijo que “se encuentra gestionando el control” de las cárceles, mientras militares custodian los exteriores de cada centro. En algunas fotos que la Policía hizo circular se ven decenas de machetes, cuchillos, pistolas y celulares en las celdas de presos del penal de Guayaquil.