Señor director:

Aún retumba en el piso de piedra laja el eco vivo de la rebeldía primera, aquella que se templó entre el frío del hielo mañanero y el calor de la siesta somnolienta. Hemos andado los tiempos de este siglo entretejiendo historias y saberes, amalgamando ideales y nutriendo sueños. Hubo, como en todo, de todo. Más, en la coyuntura más adversa se abrió camino, a veces a pura valentía, la luz del conocimiento. Nacida del clamor popular, de la exigencia del que levanta la voz por sus derechos. Fortalecida en la identidad de este pueblo que resiste al agravio y al olvido. Escuela Normal de Jáchal, que tu lumbre siga siendo guía de los que andamos en la vida por la vida. Y, que seas siempre el faro que marca el punto de partida y de regreso, en ésta trashumancia ancestral que perpetuamos los jachalleros.