Luego que terminara la semana en la que las escuelas primarias realizaron como corolario del ciclo lectivo el acto de traspaso de las banderas, desde el Ministerio de Educación de la provincia aseguran que es decisión del ministro Felipe de los Ríos modificar el sistema de elección para los casos de la Bandera Provincial y de la Bandera Papal y que se trabajará en ello el próximo año. El objetivo es achicar el margen de subjetividades que originan protestas de padres por situaciones que consideran injustas.
La elección del cuerpo de la Bandera Nacional se hace a partir del promedio general de las notas que los alumnos consiguieron en 4to y 5to grado. El 10 por ciento de los alumnos de 5to grado conforman este grupo.
En tanto, la elección de los integrantes de la Bandera Provincial es a través del voto de los propios compañeros. Y en el caso de las escuelas parroquiales y confesionales, la Bandera Papal también es por votación de compañeros y de los docentes.
Entonces, al finalizar cada año, surgen los casos de alumnos que quedan por muy poco margen afuera del cuerpo de la Bandera Nacional y la frustración se agiganta al no entrar tampoco en los otros grupos, ya que es la empatía con los compañeros la que inclina la balanza.
Nancy Mestre, directora de Educación Privada, y Alicia Bernardini, supervisora de Educación Primaria, adelantaron que al ministro De los Ríos mira con buenos ojos que en la conformación del cuerpo de alumnos que portará la Bandera Provincial también se tenga en cuenta el promedio de las notas, más allá que actualmente el único requisito es que el promedio sea al menos de 8, sin considerar si quedan excluidos alumnos con mejores promedios.
Respecto a la metodología de elección de la Bandera Papal, Mestre adelantó su postura personal, considerando que en este caso no debe tener el mismo peso de influencia las notas, como sería en los otros dos casos.
Los abanderados que no quieren serlo
Nancy Mestre reconoció que surgen otras preocupaciones por los cuerpos de bandera en el ciclo secundario, ya que hay alumnos que por el promedio se posicionan dentro del grupo, pero resulta que desisten de integrarlo.
Aunque se trate de casos aislados, la directora de Educación Privada indicó que sí existen y que le llamaron poderosamente la atención.
“Resulta que hay alumnos de secundaria que no quieren ser abanderado del colegio. Tampoco puede ser que entonces se le dé la Bandera al que sigue, sino que debe entender el alumno el valor de lo que implica representar a la institución portando a la bandera, y que deje de lado el temor que le hagan bullying algunos compañeros el año que viene”, resaltó la funcionaria de la cartera educativa.