Carolina Duek, doctora en Ciencias Sociales e investigadora del Conicet, fue la última disertante en la Jornada ‘Hablemos de Mujeres’, que se desarrolló ayer bajo la organización del Ministerio de Turismo y Cultura de la Provincia, y se refirió especialmente a cómo se representa a la mujer en los medios de comunicación y a los resultados de una investigación que realiza sobre infancia, género, juego y tecnología. Duek señaló que su intención es transmitir el “tratar de pensar que el rol de la mujer actual en la sociedad es el que se construyó así. Todo es artificial, aunque parezca que funciona ‘naturalmente’. Hay que armar nuevas opciones que deben ser mas igualitarias y democráticas”.
-¿Cuáles son los puntos principales para esas opciones?
-Ser más empáticos y menos prejuiciosos. Entender que los roles son construidos y no naturales. Que el cuerpo es un envase y no un producto en sí mismo. Son todas conclusiones en línea con las mayores demandas que se hacen sobre las mujeres: que hay que estar linda, flaca, ser profesional y también buena madre.
Esta idea que te muestran como una bomba sexual o como madre abnegada, como una trabajadora o como una percha. A una mujer generalmente se la juzga primero por el look. Como mujeres fuimos entrenadas para decir ‘ay, qué se puso’. Debemos salir de esta postura que no sólo no contribuye sino que reproduce las desigualdades que siempre deja a la mujer en un rol que debe justificar el triple lo que hace, lo que dice, por qué lo hace.
-El debate tiene una intensidad sin precedentes.
-En determinados sectores la sensación es ‘uh! cambió todo’ y en otros, que no pasa nada. Los procesos de transformación social duran décadas. Y por eso es tan importante la educación de los chicos. Por ejemplo que la Educación Sexual Integral (ESI) es un derecho y pensar que la ESI no es solamente sexo. Casi que no lo es de hecho. Lo que nos permite es entender de qué manera los discursos que nos rodean tienen que ver con las demandas de las personas. No soy muy optimista con las transformaciones sociales pero creo que acá pasó algo. Se instalaron temas, se retomaron preocupaciones, desigualdades, lineamientos. Por supuesto que cuando los estados nacionales toman el tema y se hacen cargo, las transformaciones son mucho más rápidas.
-¿Cuáles medidas del Estado considera como prioritarias?
-Ahora hay un Ministerio de la Mujer, aunque no sé bien cuál será su función porque todavía no tiene carta orgánica, ni sé cuáles son sus directrices. La sanción del aborto legal y gratuito no es la medida más relevante, pero es crucial que ocurra. Creo que es la legitimación de un reclamo de millones de mujeres.
-¿El proceso es similar en Bs. As. y el resto del país?
-Trabajamos en la investigación con chicos y chicas en la escuela primaria, respecto del uso de tecnología en función del genero. Y lo que encontramos uniformemente es esta idea de que las chicas le tienen miedo a la sangre, juegan a juegos de chicas y los varones a juegos de matar; las chicas no saben o no entienden.
-¿Es la mayor desigualdad?
-Las desigualdades no van a desaparecer. Porque hay desigualdades de clase, de género, de trayectoria social, económicas. Esta no es la que va a resolver todas pero es la que en un punto es la madre de todas las desigualdades. Estamos en un momento muy interesante y productivo y en algún momento comenzarán a romperse algunas barreras.