La oposición gana en encuestas, que se equivocaron hace 4 años. El voto anticipado fue récord. Dudas por su validez.
Tras una votación anticipada récord, millones de estadounidenses se movilizan hoy para elegir presidente, renovar toda la Cámara Baja del Congreso, un tercio del Senado y las legislaturas de la mayoría de los estados, en medio de una fuerte polarización política, de la peor crisis económica en décadas y con las cifras epidemiológicas de la pandemia aún sin control.

La mayoría de las encuestas pronostican una victoria del candidato demócrata, el exvicepresidente Joe Biden. Sin embargo, los sondeos se equivocaron hace cuatro años y, por eso, el presidente y candidato a la reelección, Donald Trump, sostiene que repetirá la sorpresa de 2016.

No obstante, estas elecciones tienen muchos condimentos nuevos: fue la campaña más cara de la historia de EEUU; todo indica que por primera vez en la historia más gente habrá votado -por correo o presencialmente- antes del día de las elecciones.

A esto se suma la inédita combinación de una pandemia que mató a más de 231.000 personas y profundizó la polarización entre un oficialismo que no la considera la prioridad y una oposición que exige un cambio de rumbo, y una crisis económica que frenó el período de crecimiento más largo de la historia del país e inauguró una recesión.

En general, cuando un presidente busca su reelección, los comicios se convierten en una suerte de referéndum sobre su gestión. Pero esta vez, dado este complejo contexto, el referéndum podría ampliar su alcance a los aliados más visibles de la Casa Blanca y al partido oficialista en general.

La oposición demócrata logró movilizar un número inédito de millones de dólares para recuperar la Casa Blanca. Mientras nadie -excepto Trump- vislumbra la posibilidad de que la oposición demócrata pierda el control de la Cámara Baja del Congreso, la movilización nacional en torno a varias elecciones senatoriales puso en peligro el dominio republicano de la Cámara Alta.

Los republicanos poseen hoy una mayoría de 53-47 en el Senado y hoy se pondrán en juego 35 bancas, 23 en manos de ellos y 12, de los demócratas. El posible avance demócrata también podría expandirse sobre las legislaturas locales, que en este año particular suman un valor extra: todos los poderes legislativos de los estados deberán redibujar el año próximo los distritos electorales y ya no es secreto que en muchos casos el trazado beneficia a la mayoría parlamentaria del momento.

Un día antes de las elecciones, ya votó de manera anticipada en torno al 70% del total de la participación de 2016, una cifra sin precedentes que en Texas superó el 100% de la participación de la anterior elección presidencial y, en otros 11 estados, el 85%, incluidos seis estados considerados clave para el resultado final.

En Estados Unidos, no se conoce el tamaño del padrón antes de las elecciones, pero sí cuántos ciudadanos están en condiciones de registrarse y luego votar. Este año son un poco más de 239,2 millones, casi 9 millones más.

En 2016, cuando ganó Trump, más de 137,5 millones personas votaron. Con la elección anticipada de más de 94 millones de ciudadanos este año, muchos analistas creen que la participación podría crecer hasta 150 millones, lo que superaría incluso el nivel de 2008.

Este año hay un tercer elemento inédito: Trump y sus continuas advertencias sobre un posible fraude. Al mismo tiempo que la oposición impulsaba el voto anticipado, la campaña presidencial republicana instalaba el fantasma de un fraude con los votos por correo.

Casi un 64% del voto anticipado se emitió de manera postal, lo que significa que en muchos estados será clave para el resultado final. Pese a esto, aún hay sentencias pendientes en la Justicia sobre si sufragar por correo es constitucional.

Esto significa que parte de esos votos ya emitidos aún podrían ser anulados o podría generarse una crisis de poderes en los estados con cohabitación partidaria (Poder Ejecutivo de un color político y Legislativo de otro) sobre si deben ser contados. En este último grupo hay cuatro estados con resultado abierto: Michigan, Pensilvania, Wisconsin y Carolina del Norte.

También crece el temor de lo que pueda suceder si algunos estados clave no llegaran a anunciar sus resultados en la madrugada después de las elecciones. El ejemplo más claro es Pensilvania. "Es muy probable que Trump se declare ganador cuando una gran parte de los votos presenciales que favorecen a los republicanos hayan sido contados, pero antes a que el vasto número de votos demócratas por correo sean escrutados", advirtió el demócrata Bernie Sanders. Télam

 

Escrutinio lento

Esta elección dará inicio a una etapa de conteo relativamente larga. Algunos estados pueden demorar los resultados y alejarlos de este 3 de noviembre, dependiendo de cuándo empiecen a contar votos por correo. Incluso en un año electoral regular, el conteo de boletas siempre excede la noche de la elección.

 

 

Las diferencias entre las propuestas de ambos

En cuanto a política sanitaria, Trump defiende su gestión de la pandemia, pese a que el país fue el más golpeado del mundo: apuesta todo a aprobar y distribuir masivamente una vacuna antes de fin de año, algo que los expertos ponen en duda.

"Vamos a garantizar mejor cuidado con más opciones, a un precio mucho más bajo y vamos a trabajar para que los estadounidenses tengan acceso al cuidado que necesitan", prometió, aunque en ninguno de los documentos oficiales explica cómo lo hará y financiará.

Biden cuestiona duramente la gestión actual de la pandemia, promete impulsar el uso generalizado de tapabocas, aumentar el testeo y las medidas preventivas. Asimismo, promete una opción de cobertura médica estatal y dar poder a Medicare, el programa que garantiza cobertura a jubilados y personas con discapacidades, para negociar los precios de los medicamentos y así hacer que las empresas de salud bajen sus costos.

Trump propone un sistema de elección de escuelas para todo el período educativo obligatorio, de jardín de infantes a secundaria. Según este sistema, cada familia recibe un voucher por parte del financiamiento público que el Estado destina por cada niño y puede elegir a qué escuela mandarlo.

Biden promete destinar más recursos a la formación tanto de docentes como de los menores de edad.

Además, para universitarios, prometió que las instituciones utilizadas por minorías serán gratuitas para las familias que ganen menos de 125.000 dólares por año. También propuso cancelar 10.000 dólares de las deudas de cada estudiante.

Trump dijo que no dará marcha atrás con ninguna de sus medidas de inmigración. Su política estuvo marcada por las deportaciones, detenciones, veto a millones de migrantes musulmanes y la promesa de completar el muro migratorio con México. Biden dijo que terminaría con el veto migratorio.

 

Un himno para Joe

El último impulso a la campaña de Joe Biden suena a ritmo de "Lose Yourself", el himno del

hip-hop que el rapero Eminem (foto) cedió al candidato demócrata para protagonizar uno de sus videos promocionales a falta de unas horas para las votaciones.