Un informe de la Organización Española del Mercado del Vino (OEMV) señala que los 13 principales compradores mundiales son Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, China, Canadá, Japón, Bélgica, Suiza, Holanda, Rusia, Francia, Suecia y Dinamarca.
Hay que recordar que Estados Unidos, Alemania y China son países productores de uva y vino también, lo que señala que tienen una cultura del vino muy fuerte. Llegar a estos mercados parece ser la meta de los principales países productores mundiales de vino: España, Francia, Italia, y en segundo lugar Chile, Australia, Sudáfrica y Argentina (nuestro Malbec entró muy bien en Estados Unidos)
Las importaciones mundiales de vino alcanzaron los 10.585 millones de litros (+4,5%) y los 30.486 millones de euros (+5,1%), con datos del OEMV en el interanual a marzo de 2018. El informe destaca además que este crecimiento tanto en valor como en volumen se produce para todos los tipos de vino.
Por países, Reino Unido, Canadá, Suecia y Dinamarca importaron menos cantidad de vino.
Mención aparte para China, que creció más que ningún otro y ya es el cuarto mercado mundial en volumen tras superar a Francia, mientras que estuvo a punto de superar también a Alemania como tercer inversor.
España es uno de los principales productores y exportadores mundiales de vino, y el principal de vino a granel.
Sin embargo, parece que han disminuido sus ventas por subida de precios en Asia, África y Latinoamérica, según los últimos informes del OEMV. Sobre todo en Asia, y con aumentos más moderados en Latinoamérica y en África. Un dato interesante es que ha comenzado a comparar vino a Argentina (producto de la devaluación del peso sin dudas).
España exportó vino a 35 mercados latinoamericanos, si bien México representó cerca del 50% de las ventas totales. Exponencial subida de Ecuador, Panamá o el Salvador, y desplome de Argentina por la pérdida del granel.
España reduce de este modo el volumen exportado a estas tres regiones, si bien sólo facturó menos por sus ventas en Asia, a causa sobre todo del desplome de China, su primer mercado asiático.
España redujo sus ventas de vino a Asia un 38% en volumen y un 9,2% en valor en el primer semestre, hasta bajar de los 68 millones de litros y de los 146 millones de euros. El precio medio pasa de 1,47 a 2,15 euros por litro, un notable incremento del 50%.
China marcó este descenso al reducir notablemente sus compras de vino español sobre todo por el desplome del granel, tras cerrar 2017 con un gran aumento. Caen también las ventas a Japón, Hong Kong y Taiwán, en un gran semestre para Singapur y Filipinas.
Por su parte, España exportó un 10% menos de vino a Latinoamérica pero facturó un 13% más, con México marcando en gran medida la evolución global al ser el primer destino de forma destacada. Gran semestre para el vino español en la República Dominicana, Panamá y Ecuador, entre otros.
Esta mejor evolución de los vinos con mayor valor añadido permite elevar un 13% la facturación global pese a que los pésimos datos del granel provocaron un descenso del 10% en litros. El precio medio se dispara por encima del 25% de 2,18 a 2,73 ¥/litro.
Por último, el valor del vino español aumentó casi un 20% en África gracias al excepcional desarrollo de Marruecos, que ha pasado de casi no tener importancia a situarse como el primer mercado del continente. Las ventas a Marruecos se disparan y pasan de 350.000 litros en el primer semestre de 2017 a rozar los 12 millones en el mismo periodo de 2018.