La crónica de los festejos del pasado Día de la Primavera o Día de la Juventud fue clara y contundente, al señalar que durante esa jornada los jóvenes de nuestra provincia pasaron un día pleno de alegría, demostrando que cuando las actividades están bien organizadas y programadas se las puede disfrutar de la mejor forma. En los festejos centrales, organizados por el Gobierno de la provincia en el Estadio del Bicentenario, en Pocito, hubo más de 60.000 personas que pudieron celebrar tranquilamente esta significativa fecha, sin ningún tipo de sobresaltos y disfrutando de cada uno de los juegos y entretenimientos que se habían previsto para la ocasión. Todo fue alegría, orden y respeto, lo que pone en evidencia que la juventud sanjuanina está preparada para participar de estos eventos con el sólo objetivo de pasarla bien y divertirse con sus pares. 

Si bien la organización de esta megafiesta, en la que intervino la Secretaría de Seguridad, había previsto una fuerte vigilancia policial en muy pocos casos pudo verse a algunos efectivos interviniendo en llamados de atención. Por lo general los uniformados se mantuvieron expectantes sin necesidad de intervenir, lo que da una idea del orden en que se desarrollaron todas las actividades, inclusive la parte de los espectáculos musicales en los que suelen sucederse algunos actos de violencia, que en este caso estuvieron ausentes. 

La clave estuvo, sin duda, en la elección del predio donde se realizó la fiesta. La playa de estacionamiento del Estadio del Bicentenario fue el lugar apropiado para que los chicos pudieran sentirse lo más libre posible y que la organización pudiera colocar todos los stands con juegos y entretenimientos que cautivaron a la concurrencia. 

La idea de centralizar los festejos departamentales en este megaevento también contribuyó a que no se detectaran distintos focos de celebraciones que se hacen difícil controlar. En cada uno de los departamentos de la provincia se alentó a los jóvenes para que asistieran a esta gran fiesta, donde no hubo consumo de alcohol que es uno de los factores que derivan en el mal comportamiento. 

La conducta de los jóvenes sanjuaninos, en esta ocasión fue impecable y es motivo de una luz de esperanza de que con esta juventud la provincia tiene asegurado un futuro promisorio. El buen comportamiento y sobre todo el respeto a las disposiciones de la organización son factores a considerar y valorar. 

 Todo esto demuestra que el comportamiento juvenil tiende a encarrilarse por las normas del respeto hacia sus pares y las generaciones mayores que les están enseñando valores que les serán de mucha utilidad en el futuro.