Las condiciones ambientales del planeta tienden cada vez a ser peores, por lo que se hace imprescindible que los países avancen en conseguir que sus ciudades alcancen altos niveles de sustentabilidad, a fin de que sean más ecológicas y contribuyan a mejorar el ambiente en sus respectivas jurisdicciones. Así como hay ciudades que ostentan elevados niveles de contaminación, como por ejemplo el Distrito Federal de México o Santiago de Chile, se deben tomar como ejemplo aquellas otras ciudades que han logrado sobreponerse a este flagelo y han hecho que en la actualidad sean consideradas como metrópolis modelo respecto de su belleza a la sustentabilidad alcanzada. Uno de los casos más emblemáticos es la ciudad de Singapur que después de ser uno de los lugares más contaminados del mundo ha llegado a ser una auténtica "ciudad jardín".
En la década del 70, la ONU (Organización de las Naciones Unidas) la identificó como una metrópolis con una excesiva contaminación ambiental, pero a partir de normas estrictas y planes de urbanización se la fue transformando hasta convertirla en uno de los mejores lugares para vivir en relación a la calidad de su ambiente y a los bajos niveles de contaminación que hay en la actualidad.
En San Juan las condiciones ambientales no son de lo peor, pero también hay aspectos en los que se puede mejorar, de la misma forma que en Singapur. Uno de los mayores problemas que tiene nuestra provincia, particularmente su ciudad Capital y demás cabeceras departamentales, es la acumulación de residuos de todo tipo en la vía pública. Insuficientes resultan los operativos de limpieza o recolección diaria que se realiza periódicamente, ya que es continuo el hecho de que se arroje la basura sin ningún tipo de contemplación. De nada sirven la plantas procesadoras de residuos sólidos urbanos habilitadas en distintos departamentos, si no se avanza en el reciclaje de la basura. En Singapur esta tarea está establecida con normas y leyes que son estrictas, lo que da lugar a que en la vía pública no haya un solo papel arrojado.
"El milagro" de Singapur, como se lo ha dado en llamar, se ha conseguido por acciones concretas como la limpieza del agua, para lo cual se establecieron programas educativos, reubicaron empresas y viviendas; paisajes casi escenográficos; calles pulcras; sendas peatonales, eco puentes, para el paso de animales, y la construcción de jardines futuristas. Todo esto contribuye a que la ecología sea un asunto estratégico y ayude a promover el turismo, ya que esta ciudad de 719 kilómetros cuadrados de superficie y con una población de más de 5 millones y medio de habitantes, cada año es visitada por cientos de miles de turistas que llegan atraídos por esta ciudad.
