Dolores, hinchazón, malestar general, irritabilidad y cambios de humor relacionados con el ciclo menstrual son algunos de los síntomas que experimenta un 85% de las mujeres que están en edad fértil. Cuando esta sintomatología interfiere en las actividades de la vida diaria los especialistas hablan de la presencia de Síndrome Premenstrual (SPM).
Si bien sólo un 5% de las mujeres tiene síntomas que le significan un cambio importante en su calidad de vida, para muchas de ellas puede significar problemas en sus relaciones, tanto de pareja como familiares, y también en el trabajo.
“No es una enfermedad en sí, ni mucho menos de un trastorno psiquiátrico, sino que se trata de una problemática cíclica, que se puede prevenir y que tiene tratamiento. No obstante, algunas veces puede coexistir con problemáticas psiquiátricas, lo que empeora aún más la sintomatología”, afirmó Gabriela Ferretti, médica clínica, neuróloga, auditora médica y médica legista.
Ferretti, que también es vicepresidente de APERCA, Asociación de Peritos de la Salud de la Ciudad de Buenos Aires, indicó que el SPM se define “como un conjunto de síntomas relacionados con el ciclo menstrual”.
Los síntomas del SPM se dividen en tres grupos:
• Físicos: sensibilidad o dolor mamario, distensión abdominal, dolores de cabeza, hinchazón en general y aumento de peso.
• Conductuales: cambios en los patrones alimentarios, principalmente necesidad de harina o dulces. También trastornos del sueño, que se pueden dar con insomnio o, por el contrario, necesidad de dormir más.
• Anímicos: irritabilidad, cambios de humor, ciclotimia, disminución de interés por actividades habituales, falta de concentración, ansiedad, tensión y lo que se conoce como “estar con los nervios de punta”.
“En muchos casos estos síntomas se manifiestan de manera aislada. No obstante, cuando la gran mayoría se hace presente e interfieren en la vida diaria se puede hablar de un SPM. Incluso, si la gravedad es mayor, se lo cataloga como un Trastorno Disfórico Premenstual (TDPM), según definición de la Asociación Americana de Ginecología y Obstetricia y el Manual de Enfermedades Mentales”, comentó la especialista.
Además, manifestó que “el carácter cíclico de estos padecimientos suele comenzar una semana o dos antes del inicio de la menstruación y se prolonga unos tres o cuatro días luego de su llegada”. “Esto es importante debido a que si estos síntomas se mantuvieran fuera de estos días, se debería pensar en otro tipo de cuadro. También es fundamental descartar otro tipo de enfermedades físicas, como puede ser la endometriosis o algún otro trastorno ginecológico”, añadió.
Cuanto antes, mejor
Si bien la edad de inicio del SPM suele ser aproximadamente a los 20 años de edad, la gran mayoría de las mujeres tarda unos diez años en realizar la primera consulta, ya que lo toma como algo “normal” en la mujer. “Si no se hace nada al respecto, los síntomas se pueden incrementar en intensidad a partir de los 30-40 años, y empeora más a medida que se acerca la etapa del climaterio”, advirtió Ferretti. Asimismo, la especialista indicó que la única manera de llegar al diagnóstico “es por los síntomas que refiere la mujer, que cuanto más exactos sean, permitirán al profesional arribar al diagnostico y graduar el grado de severidad de la afección”.
En este contexto, recomendó que” cada una pueda llevar un registro al menos durante tres ciclos menstruales de cuáles son sus síntomas, cuándo aparecen, el nivel de intensidad que tiene cada uno y, muy importante, en qué grado interfieren éstos en su vida diaria”. Al respecto, puso de relieve que “existen aplicaciones para el celular que pueden facilitar la tarea”. “En función de este análisis, se podrá llegar a un diagnóstico preciso e indicar el tratamiento adecuado. Es importante señalar que los tratamientos siempre son individualizados”, dijo.
El origen del SPM es multifactorial. Si bien no se puede indicar con precisión su factor desencadenante, varios estudios sugieren a los cambios en los niveles de los neuroesteroides (subclase de esteroides que pueden sintetizarse en el sistema nervioso central) como responsables de la aparición de estas patologías.