Sanjuanino de pura cepa, como se dice. De esos que serían incapaces de llegar a su pago natal y no visitar la Difunta Correa. Más todavía si tiene una promesa que cumplir, como pasó en esta última visita. O de comerse un asadito con su hermana, que vive en Concepción. Claudio Fabián Tapia. El "Chiqui" para todos. Nacido en San Juan, en septiembre de 1967. Yerno del sindicalista Hugo Moyano. Hincha de Boca y fanático de la Selección argentina. El actual presidente de la AFA. El que vivió a fondo en Ecuador la clasificación argentina al Mundial de Rusia. Sin pelos en la lengua y con frases para todo…
– Se lo ve distendido, sin nervios, feliz. ¿Será por la clasificación al Mundial ya consumada?
– La verdad que estoy muy feliz porque logramos lo que buscábamos después de haber penado tanto. Sí, es cierto, se sufre, pero la Eliminatoria fue muy dura para todos. Fijate que el Bicampeón de América (Chile) quedó eliminado. En Europa, Holanda también eliminado, Italia va a un repechaje.
– ¿Porqué ese abrazo tan prologando con Messi?
– Porque fue el desahogo de ambos. El desahogo de él por sentirse responsable como capitán y el mío como presidente de la AFA y la responsabilidad que uno tiene.
– ¿Qué hablaron con los jugadores apenas terminó el partido?
– Que se logró terminar con un balance positivo. Más todavía porque este grupo de la Selección venía muy cuestionado porque decían que las situaciones límites no las podía superar. Y ahora lo ha demostrado sobreponiéndose a las adversidades.
"Seguro que el técnico algún cambio hará en el equipo. De acá a que lleguemos al Mundial pueden pasar muchas cosas".
– ¿Como cuáles?
– Como arrancar perdiendo el partido tan decisivo con Ecuador antes del primer minuto. Y esa situación tan complicada se pudo revertir ganando al final 3 a 1.
– ¿Usted medió para que los jugadores vuelvan a hablar con la prensa?
– No, de ninguna manera. Ellos ya habían tomado antes la decisión. Estaban esperando el resultado. Si le hubiéramos ganado a Venezuela, hubiera sido en ese momento. O si le hubiéramos ganado a Perú lo mismo. Pero bueno, se dio en la última fecha.
– ¿Cambios estructurales de acá al Mundial?
– Los cambios tienen que ser profundos. Encontramos un grado importantísimo de madurez en este grupo. Ahora hay que respaldarlo en todo. Tratar de hacer todo lo necesario para que Argentina tenga un buen Mundial, profesionalizando lo que haya que hacer.
– ¿Están trabajando en algo especial?
– En un Centro de Entrenamiento que la Argentina lo ha previsto hace 90 días y que está en Moscú, un lugar estratégico para el Mundial. Como no era uno de los predios que estaban destinados por la organización, hay muchísimas cosas en las que hay que trabajar.
"Con la clasificación nos sacamos la mochila de la responsabilidad. Ahora todo se hará con mayor tranquilidad".
– Muchos decían que no entrar al Mundial le hubiese servido al fútbol argentino para que se acomode. ¿Qué dice sobre eso?
– Que quienes pensaban eso están en un error. Ese pensamiento no aporta nada. Es no ver la realidad del cambio que se está haciendo en el fútbol argentino. Me parece que esta generación de jugadores nos va a dar una alegría muy grande. Quien pensaba que Argentina no jugaba el Mundial o que se puede jugar un Mundial sin Messi está completamente equivocado.
– ¿Eso nos pinta como exitistas a los argentinos?
– Sí, porque creemos que somos los mejores en todo pero nos falta mucho para eso. El fútbol, por ejemplo, son once contra once y todos pueden sorprender a todos. Mirá lo que pasó en estas Eliminatorias.
– ¿Por eso sufrió tanto Argentina?
– Argentina sufrió porque tuvo algunas cosas en contra. Messi faltó a siete partidos y si la sanción que le impusieron hubiera sido efectiva lo habría hecho en diez. Por eso nuestra Selección dio muchísimas ventajas. Tuvo tres cuerpos técnicos, autoridades que habían renunciado y habían dejado acéfala a la AFA. No hay que desconocer la realidad.
"Se vienen dos amistosos en Rusia. El primero el 11 de noviembre y el otro tres días después. Y el 1 de diciembre, el sorteo del Mundial".
– ¿Esto que le pasó a la Selección es un reflejo de lo que pasa en el país?
– Sin duda que sí, es un reflejo de lo que vivimos todos. La sociedad lo manifiesta y uno lo puede ver. Mirá, a mí, por ejemplo, me robaron el mismo día del partido Argentina-Perú.
– ¿Qué hubiese pasado si no clasificaba Argentina?
– Al menos yo, todavía estaría ardiendo en la plaza y ahora, como hemos clasificado, soy el rubio de ojos celestes (risas).