El gobierno nacional le dará un nuevo status al sistema de construcción en seco denominado “steal frame”, lo que abre la puerta para su aplicación en la obra pública, sobre todo en vivienda social.

No obstante, en San Juan está lejos que el Estado provincial lo vaya a aplicar, según dijeron fuentes oficiales consultadas, porque aunque es más barato también recorta hasta un 40% la mano de obra respecto a la construcción tradicional con ladrillo, uno de los grandes movilizadores de la economía local.

Esta semana se conoció que está a la firma un decreto en el Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda, que concederá al sistema steel frame o en “seco” el estatus de “construcción tradicional no convencional”, lo que lo pone al mismo nivel del ladrillo. Eso implica que para construir obras de esta manera ya no se necesitara contar con el Certificado de Aptitud Técnica (CAT) que extiende la Subsecretaría de Vivienda de la Nación, algo de lo que se quejaban los constructores de este sistema no convencional. Hasta ahora, para levantar en San Juan una vivienda en seco había que obtener el CAT y luego realizar un trámite de homologación en el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres), que siempre termina aprobado, según aseguró ayer el titular de Planeamiento, Eugenio Montes. El funcionario, que se mostró partidario de este sistema, destacó que al utilizarse placas industrializadas “”es más rápido construir, requiere mucho menos mano de obra y al ser liviano el sismo no lo afecta, lo que lo hace ideal para zonas como la nuestra”.

 

 

El “steel frame” o “framing” es un sistema de construcción que se basa en estructuras metálicas, de acero galvanizado, donde las paredes se conforman con diversas capas de materiales (ver infografía), como lana de vidrio, poliestireno expandido (telgopor), yeso, entre otros. No usa ladrillos y su condición “en seco” achica los tiempos de las obras tradicionales y de los vaivenes del clima para avanzar en la construcción. Gustavo Aróstica, de Mundo Casa Lista, es un referente local del método y explicó que una casa de 100 m2 se puede construir en 60 días, frente a los 12 o 18 meses que demanda una obra tradicional. Además dijo que el ahorro en costos ronda el 30% y que es un 40% más aislante al frío o calor. Este diario constató que el metro cuadrado de una obra en steel frame ronda los $12.000, un 40% menos si se lo compara con los $20.420 del m2 medido por el Circot en la provincia. Pero el sistema cuenta con la fuerte resistencia del gremio de la UOCRA para su aplicación en vivienda social. Su titular, Eduardo Cabello, dijo ayer que está “”en contra porque atenta contra la mano de obra”, y sacó las cuentas: mientras que para hacer un barrio de 1.000 casas se toman 1.500 obreros durante un año y medio, para su equivalente en construcción en seco se precisarán 600 obreros, “o quizá menos”, advirtió.

En el IPV miran con prudencia la implementación de este método y por ahora no tienen en mente generalizarlo. El titular del organismo, Juan Pablo Notario, se limitó a decir que “sí se puede implementar”, pero agregó que al sistema “”lo están estudiando sólo para lugares que son casi inaccesibles para llegar con un obrador y un equipo grande de gente con arena, ripio y ladrillones”. “”Es un buen sistema para llegar con soluciones habitacionales en zonas alejadas”, concluyó.

 

Menor consumo

Argentina es de los países de la región con menor consumo por metro cuadrado de placa de yeso por habitante por año, ubicándose en el orden 0,7/0,8. Mientras aquí no llega al dígito, en otros países de la región, como en Uruguay ya lo supera, mientras que Chile, está cerca del 3. Según publicó El Cronista, esto se debe a una mayor aceptación de sistemas constructivos diferentes, y en el caso chileno, por un tema sísmico.

 

Otras ventajas

Los constructores en seco dicen que el “steal frame” tiene más resistencia que un ladrillo. Una pared de construcción tradicional tiene 18 centímetros y una “en seco” tiene de 45 a 50 centímetros por las capas que tiene y que le dan el aislamiento. Además todos los materiales cuentan con certificados de normas ISO e IRAM. Las empresas constructoras y fabricantes de materiales se agrupan en el Instituto de la Construcción en Seco (Incose).