La judoca argentina Paula Pareto, medalla de oro en Rio de Janeiro 2016, cerró su carrera olímpica sin podio pero con diploma y un reconocimiento unánime de la comunidad deportiva, luego de disputar cuatro combates en Tokio 2020 y caer en el último, un repechaje por la pelea del bronce. La "Peque" perdió por waza-ari con la portuguesa Catarina Costa, a quien abrazó y felicitó sobre el tatami del Centro Nippon Budokan, en un gesto de generosidad que postergó sus sentimientos por realizar su última intervención en los Juegos. Al retirarse del espacio de lucha, la argentina se fundió en un sentido abrazo con su entrenadora Laura Matinel, soltó lágrimas de emoción y luego recibió el cálido saludo de las autoridades de la delegación argentina, entre ellas, el presidente del Comité Olímpico (COA), Gerardo Werthein.

Pareto, de 35 años, afrontó su última lucha en Tokio con una limitación física por el esguince de codo izquierdo que sufrió en la anterior derrota por ippon ante la japonesa Funa Tonaki, tercera del ranking mundial, en los cuartos de final de su división.

La judoca que defendía el título olímpico logrado en Río 2016 terminó ese cruce con dificultades para mover su brazo luego de una toma de su rival, que la mantuvo contra el piso y forzó el fallo del árbitro mongol Enkhtsetseg Turbat.

La "Peque", número 6 del ranking de la Federación Internacional de Judo (ITJ), quedó tendida en el suelo, se levantó con dificultad y se retiró del recinto con signos de dolor. "El problema es en el codo, necesito que me vea el médico", avisó a la televisión en un mensaje de incertidumbre sobre su futuro en la competencia. Un rato después se confirmó que afrontaría su compromiso por el repechaje, pese a la lesión sufrida en la articulación del brazo. La argentina hizo el calentamiento previo con un vendaje pero finalmente se lo quitó en una nueva muestra del coraje que la distinguió durante su carrera. La derrota con la portuguesa la dejó sin chances de medalla y con un diploma que ganó por segunda vez, como ocurrió en Londres 2012.

 

  • "Perdón por no hacerlos felices"

Consumada su despedida olímpica con la eliminación en los Juegos Tokio 2020, pidió "perdón por no hacerlos tan felices como en Río (2016)", evento en el que se colgó la medalla de oro. "Como a cualquier deportista, no me gusta perder, me entristece, pero no es tan malo un diploma olímpico. Objetivamente está bien", analizó.