
El aguaribay es un árbol autóctono, con follaje perenne y frutos rojos. Un ejemplar es el protagonista de esta breve historia. Este árbol trata de sobrevivir a un costado del dique de Ullum. Quien escribe trabajó en la inspección de obra de este espejo de agua, iniciados a fines del año 1973 por la empresa Panedille. Algunos recordarán que a donde actualmente se ubica la presa, en el departamento Rivadavia, existía un puente sobre el río San Juan que nos conectaba con el departamento Ullum.
El grupo de técnicos que integraba la inspección instaló sus oficinas (2 casillas prefabricadas) arriba del cerro, costado izquierdo, oeste de la ruta, metros antes del paredón. Delante de estas, con vista hacia el este, hicimos un espacio verde (jardín) aprovechado como mirador de la obra, plantando en un extremo un aguaribay.
Este árbol ya crecido, estaba ubicado a la orilla del puente. Las máquinas que trabajaban haciendo limpieza y movimiento de suelo, lo arrancaron de raíces. En momentos que pasaba por la zona, se me ocurrió pedirle al maquinista que lo transportara con la pala cargadora arriba del cerro donde instalamos las oficinas. Previo a la excavación y relleno de tierra fue plantado; esto transcurrió a mediados del año 1974. El árbol, con nuestro cuidado, se adaptó perfectamente haciéndose importante.
La obra del dique finalizó, inaugurándose en diciembre de 1980. Las dos oficinas se desarmaron y allí no quedó nadie. A partir de entonces, el aguaribay lucha por subsistir. Han transcurrido más de 40 años, y todavía muestra algunos retoños verdes, a pesar que sus raíces han quedado prácticamente en el aire por el desplazamiento de la roca.
Esta narración, se me ocurrió hacerla después de haber encontrado, hace poco tiempo, una foto en colores del puente viejo, en la que con sorpresa se puede apreciar el aguaribay del que hablamos, dando así testimonio a lo descripto.
Entonces podemos decir que este árbol que muestra la foto, es el mismo que está arriba del cerro y que después de más de 40 años se debate por su vida. De más está decir, que esto me provocó una gran admiración por esta variedad -también denominado pimiento-, por su nobleza y resistencia a nuestro clima; tal vez podría considerarse como árbol emblemático de la provincia.
Por Ricardo Tomás Carracedo
DNI 7.940.618
- AGUARIBAY
Como un homenaje a este árbol y su especie, escribí esta poesía que comparto con los lectores.
"Naciste a la orilla del río/ fuerte, fornido.// ¡Te arrancaron/ pero un alma humanitaria/ se apiadó, llevándote a nuevo destino.// Te adaptaste a la montaña/ desde lo alto, avizoras nuestro Dique/
altivo y agradecido,/ respondiste a quien te cuidó/ convirtiéndote en guardián de la obra.// Pasaron los años, débil/ aún sigues en su custodia/ ¡Gracias árbol querido/ por enseñar a ser fuerte y agradecido!".
Beatriz del Alba
Escritora
