Después de que se confirmara la noticia que el submarino ARA San Juan explotó y que sus tripulantes podrían estar muertos, familiares, vecinos y allegados de los sanjuaninos que eran parte del buque comentaron que los comprovincianos eran apasionados de la Armada y que amaban trabajar en la Marina. Ricardo Gabriel Alfaro, Cayetano Vargas y Renzo Martín son los tres submarinistas locales que mantuvieron en vilo a la provincia y por los que los sanjuaninos hicieron cadenas de oración y se mostraron consternados y dolidos.
Los tres partieron muy jóvenes para alistarse en la Marina, con el sueño de ser militares y defender la soberanía. Ingresaron a la Escuela Naval Militar también con el objetivo de buscar un mejor futuro personal. En el camino descubrieron que amaban su trabajo. Se esforzaron durante muchos años y formaron sus familias lejos de la provincia que los vio nacer. Y justamente fue en pleno viaje militar que fueron cruzados por la tragedia. A los marinos sanjuaninos los definieron como buenas personas, responsables y apasionados por su uniforme.
Alfaro, de 37 años de edad, fue el primer sanjuanino identificado como parte de la tripulación del ARA San Juan. “Siempre fue un chico muy bueno. Lo conocemos desde que tenía 6 años y una de sus características era la simpatía”, dijo una vecina de la casa materna de Ricardo, a quien sus amigos de la infancia le decían “Pispireta”.
Hasta que se fue a la Marina vivió en el Barrio Aramburu, en Rivadavia. De hecho, ayer al mediodía mucha gente de ese lugar no hablaba de otro tema que no fuera la explosión del submarino ARA San Juan. Se fue a la Armada cuando tenía entre 18 y 20 años, según dijeron algunas personas que lo conocían, quienes también comentaron que era muy devoto de la Difunta Correa y que siempre que venía a San Juan iba al oratorio.
En la casa donde pasó su niñez actualmente vive una hermana suya, que justamente viajó a Mar del Plata a acompañar al resto de su familia. Desde esa casa, Ignacio, un sobrino de Ricardo, contó que todos los años viajaba a San Juan a visitar a sus parientes y que su familia es muy unida.
Ricardo se casó con Andrea Mereles, quien en varias ocasiones habló con DIARIO DE CUYO, y tuvo dos hijos. Formó su hogar en Mar del Plata y desde hacía 4 años estaba embarcado en el submarino. Este era su último año. Llegó a ser Suboficial Segundo y tenía a cargo la cocina del ARA San Juan.
“Lo quería como si fuera un hijo. La última vez que lo vi fue a principios de este año cuando vino a San Juan. Pasó por acá a saludarme, porque hace muchos años yo hasta le prestaba mi casa para que se quedara cuando venía desde Buenos Aires”, dijo Alfredo Oliva, un vecino del barrio Aramburu al que todos señalaron como uno de los que más lo conocen. Este hombre, que tiene una tapicería y vive a menos de dos cuadras de la casa materna, lo recordó entre lágrimas y dijo que ayer cuando recibió la noticia de la explosión viajó en el tiempo y lo imaginó limpiando las cunetas o lavando camiones de los vecinos como lo hacía cuando era niño. Oliva dijo que desde que terminó la escuela secundaria quiso ser parte de la Marina, incluso dijo que él fue uno de los que lo ayudaron a presentar los papeles para inscribirse. “Era de una familia humilde y trabajadora, con la Marina empezó a forjar un futuro mejor para su vida. Siempre fue muy bueno, una persona excelente”, agregó el hombre que en varios momentos se quebró en llanto.
El segundo sanjuanino identificado como parte del submarino fue Cayetano Vargas, de 45 años. Él pasó más de la mitad de su vida en Mar del Plata donde se casó y tuvo dos hijos. En un primer momento se dijo que el hombre es oriundo de Angaco, pero una prima suya comentó que nació en San Martín y que ahí pasó parte de su infancia. Partió de San Juan hace varios años, calculan que cuando tenía 20 años, y llegó al rango de Suboficial Segundo.
“Nació en San Martín. Hoy lo recordamos en brazos de mi abuelo, con la misma cara de las fotos que pasan en los medios, pero de niño. Se fue muy joven a la Armada. Hizo su carrera y su familia en Mar del Plata”, dijo Patricia Vargas, una prima hermana de Cayetano que comentó que, antes de establecerse en Mar del Plata y de formar su familia, los viajes a San Juan eran muy habituales. “Después venía cada tanto y especialmente a ver a sus papás”, agregó y comentó que la familia que se quedó en San Juan estaba devastada por la noticia de la explosión.
Cayetano hizo sus estudios en el Colegio Luján y durante muchos años vivió en el barrio Las Heras, en Capital, donde actualmente siguen viviendo sus papás. Ayer, ese barrio estuvo consternado y los vecinos se mostraron muy tristes. “Era muy divertido. Cuando éramos niños siempre tenía cara de contento”, agregó su prima y comentó que Cayetano es el único hijo varón de su familia y que siempre fue el más mimado de todos.
Renzo David Martín Silva, de 32 años y Teniente de Fragata, fue el tercer sanjuanino identificado como parte de la tripulación. Sus allegados lo definieron como un submarinista apasionado y comprometido con su trabajo. Ingresó a la Escuela Naval Militar a los 18 años y si bien es nacido en la provincia su familia no se encuentra arraigada en esta tierra. Hay integrantes que viven en Mendoza y otros en el exterior, incluido su papá, quien no quiso hablar porque no se sentía en condiciones de dar su testimonio en este duro momento. Desde San Juan algunos conocidos de la infancia dijeron que durante muchos años practicó rugby en el Jockey Club, al igual que su papá.
Su pareja, la Teniente Auditora María Eugenia Ulivarri Rodi, con quien planeaba casarse a comienzos del año que viene, fue contactada por este medio, pero tampoco se sintió en condiciones de hablar. Es que la consternación y la incertidumbre los mantuvo con poco ánimo. Hasta ayer ella estaba en la Base Naval de Mar del Plata.
En su perfil de Facebook, el sanjuanino dejó ver que es fanático del Club Atlético San Martín y de los viajes. En las fotos que subió a la red social, se lo puede ver paseando por Madrid, Barcelona y New York.
Los submarinistas
RICARDO GABRIEL ALFARO – 37 años
Ricardo Gabriel Alfaro, casado, padre de dos chicos, llegó al rango de Suboficial Segundo de la Marina. En San Juan vivió en el barrio Aramburu, en Rivadavia. Formó su familia en Mar del Plata. Hasta allá viajaron su madre y sus hermanos tras la desaparición del submarino.
CAYETANO VARGAS – 45 años
Cayetano Hipólito Vargas Cáceres se casó en Mar del Plata y tuvo dos hijos. Al momento de la desaparición del submarino su rango era Suboficial Segundo de la Marina. En San Juan vivió en el barrio Las Heras, en Capital. Sus padres y sus hermanos viajaron a Mar del Plata anteayer.
RENZO MARTÍN – 32 años
Renzo David Martín Silva, de 32 años, se desempeñó en el submarino como Teniente de Fragata. Nació en San Juan pero no tenía a su familia arraigada en la provincia, pues sus papás viven fuera del país. De chico jugó al rugby en Jockey Club. Planeaba casarse en 2018.