FOTOS MAXI HUYEMA
El supra reciclaje, también conocido con el término "upcycling", es una pieza clave de la moda sustentable y se refiere al arte de transformar prendas y géneros de descarte o deshechos en una "nueva obra de arte". En el mundo de la creación sostenible, esta tendencia mundial tiene sus referentes en San Juan, que hoy serán parte del Fashion Revolution Week sanjuanino. Entre ella están las emprendedoras Ariela Riveira, Ana Cecilia Falivene y Ailín Borghi quienes consultadas por DIARIO DE CUYO, se refirieron a la esencia de esta iniciativa.
"Diseñar con la naturaleza es un arte que nos desafía a repensar todo, desde proveedores, molderías, insumos, procesos y materias primas", manifestó Ailín, de 27 años, apasionada de la moda que se crió con esta consciencia gracias a las enseñanzas de sus padres, biólogos de profesión. Combinando "técnicas ancestrales" con "innovación", ella realiza su trabajo sustentable en la tienda Be Able desde 2018 con Flavia Nayar y en la marca Andar Origen, esta último junto a Falivene y Rosa Palacio desde 2020, empleando herramientas "para promover el uso responsable de los textiles reduciendo los residuos".
Por su parte, Ariela y Ana abordan el supra reciclaje con un concepto que va más allá del reciclaje convencional de materiales ya que se generan objetos que superan el valor económico, cultural y social del producto original. En su caso, Ana comenzó cuando tomó conciencia "del exceso de consumo de ropa" y de la forma "descartable de consumir". "Me di cuenta que no se piensa de dónde viene esa tela, quién hizo y cómo lo hizo ni siquiera de qué manera se descompone. Comencé a investigar y es un mundo del que no podés volver atrás. Tomé consciencia de cómo vuelve esa prenda a la tierra y cómo puede usarse para crear algo nuevo", manifestó la hacedora. "No es lo mismo proponer hacer una prenda de cero a hacer una conscientización, pedir a la gente que no tire su ropa y crear a partir de ese hecho. Aquí la creatividad se pone a flor de piel", destacó a sus 37 años quien se graduó como Técnica superior en diseño de modas y encontró su disparador en el ropero de su madre en 2013 cuando retornó a San Juan después de pasar por la UBA y recibirse en el Instituto de Educación Superior en Diseño de Buenos Aires.
En tanto que Ariela se encontró con este universo mientras estudiaba Diseño de Indumentaria y Textil en la Universidad de Mendoza. "Me atrapa. Mi tesis se basó en la moda sustentable a partir del patchwork, que consiste en la unión de pequeños trozos para formar una nueva prenda", consignó la diseñadora que se graduó en febrero pasado, tiene 23 años y es la fundadora de Alquimia, emprendimiento que nació durante la pandemia, cuando decidió aprovechar ropa y tela que había reunido para los trabajos de la Facultad.
Respecto a sus experiencias, cada una fabrica sus piezas con un sello propio. "En mi caso, mi familia sabe que me dedico a recrear prendas a partir de otras, pero no de cualquier prenda en desuso. Yo les llamo "joyas heredadas", ya que muchas de las prendas de las que parto fueron hechas por mis tías y abuelas", mencionó Ana como artífice del proyecto Ana Ávila que toma envión ingeniando la manera para que las partes coincidan y, de esta manera, surja "una estética".
"Por lo general, lo primero que hago es ver todas las prendas colgadas y ver cuáles hacen "match" y cuáles pueden hablar el mismo idioma para unirlas y crear. Luego comienza la limpieza y desarme evitando descoser, aunque a veces es inevitable. Luego, se hace la moldería y el momento del corte se vuelve toda una odisea", explicó sobre las etapas que ejecuta.
A la hora de comenzar su trabajo, Ariela arma un tablero de inspiración de colores y formas. "Busco las prendas a utilizar y que puedan adaptarse a lo que diseñé. Sobre todo utilizo vestidos, camisas y pantalones por el tipo de confección y las molderías que hago. A partir de ahí, empiezo a probar", manifestó quien emplea ropa que compra y recibe a través de donaciones, descose y luego ubica los recortes "para aprovechar lo más que se pueda" aunque el resultado "nunca sale exactamente igual a lo que pensaste".
"Todo lo que nos empuja está movilizado por la creación de prendas libres de plásticos, adaptables a siluetas corporales diversas, amables con el planeta y la comunidad", coincidieron en afirmar las tres hacedoras inmersas en un mar de alternativas creativas lejanas a los procesos industriales para preservar el planeta Tierra.