Fue un ataque a traición. Sin códigos de guerra. Una desesperada jugada en busca de una victoria rápida. La primera ministra británica, Margaret Thatcher, quiso hacer la misma jugada que en principio le salió bien a Adolf Hitler en la Segunda Guerra Mundial: la "Guerra relámpago". Dar el golpe y quedarse con el botín. Fue el 2 de mayo de 1982. Esa jornada fue una de las más negras en el marco de la Guerra de Malvinas. El crucero ARA General Belgrano es atacado por un submarino nuclear, el "HMS Conqueror". Todo ocurrió cuando la embarcación argentina se encontraba navegando fuera de la zona de exclusión marítima, impuesta, precisamente por Gran Bretaña. En el buque iban 1.042 hombres. El ataque cobarde fue a las 17 horas. El crucero fue atacado y hundido, mientras se encontraba navegando a 32 millas náuticas fuera del área de exclusión.

 

Una de las últimas imágenes del Crucero ARA General Belgrano.

 

Este hecho fue una abierta violación a la carta de las Naciones Unidas que deja expresamente prohibida toda hostilidad afuera de los límites de exclusión.

La historia de este buque de combate dice que antes de llegar a manos argentinas fue botado en el año 1938. Sirvió en la marina estadounidense con el nombre de "USS Phoenix".

La República Argentina lo compró en 1951, junto a otro buque norteamericano, el "USS Boise". Por ese entonces, el ARA Belgrano había sido bautizado "17 de octubre".

En el año 1982, previo a la Guerra de Malvinas, el buque se encontraba en reparación, por algunos inconvenientes en sus turbinas, junto a otras tareas de mantenimiento, cuando fueron interrumpidos los trabajos debido a desatarse el conflicto en el archipiélago.

Según información de esa época, el Belgrano zarpó de Puerto Belgrano en Punta Alta, provincia de Buenos Aires, el 16 de abril, luego de abortar en dos oportunidades su salida, con órdenes de navegar hacia la zona de conflicto, también llamado TOAS o Teatro de Operaciones del Atlántico Sur, y atracar en la Isla de los Estados, al Este de la Isla de Tierra del Fuego, y allí quedarse vigilando el flanco Sur de la zona de conflicto.

La última maniobra del Crucero Belgrano fue a las 15.20 de aquel 2 de mayo. Mientras navegaba, apenas pasadas las 16, sin mediar ninguna alerta ni alarma, se sintió un gran sacudón y una importante explosión, que dejó al ARA sin energía. Fue el primero de los 3 torpedos MK-812 que dispararía el submarino "Conqueror". El segundo dio de lleno también, mientras que el tercer disparo pegó en el casco del destructor Bouchard sin conseguir explotar.

A las 16.23 llegaría la orden de dejar el buque, y sería a las 16.55 que el ARA General Belgrano desaparecería de la vista de todos, totalmente tragado por el océano, perdiendo 323 almas en esa nefasta tarde de mayo.