Los médicos le dijeron que posiblemente no volvería a caminar. Menos aún volver a correr, actividad que comenzó a practicar para superar algunas crisis personales y mantenerse saludable. Pero desafió todos los pronósticos negativos y decidió emprender la carrera más importante de su vida: recuperarse y volver a competir. Lo logró. Héctor Muñoz tiene 49 años y muchas ganas de vivir. Eso lo llevó a superar el síndrome Guillain Barre, una enfermedad que genera debilidad muscular, parálisis y hasta la muerte sin no se trata a tiempo. Ahora escribió ’Maratón’, un libro que contiene su historia de superación y con el que quiere transmitir que con voluntad propia todo se supera.
Desde joven demostró su amor por el deporte. Practicó vóley, hockey, natación y judo. Pero por diferentes cuestiones tuvo que dejar de lado su vida deportiva. Pero, una crisis personal lo llevó a retomarlas. ’En el 2007 comencé a participar en maratones para superar el divorcio. Fue como un cable a tierra. Participaba en todas las competencias que se organizaban en la provincia. Fue hasta que mi cuerpo se entumeció’, dijo Muñoz.
La obra
Héctor Muñoz aún no realiza la presentación oficial de su libro Maratón (tiene programado hacerlo el mes que viene), pero ya está a la venta en el Ministerio de Turismo y en una imprenta que se encuentra en calle Santiago del Estero 321 Sur, en Capital. Cuesta $300.
Corría el 2011 y Héctor entrenaba para participar en un nuevo maratón. Fue cuando sintió una puntada en la espalda que le provocó un dolor insoportable. A los dos días se le comenzaron a adormecer las piernas y brazos y perdió hasta el sentido del gusto. Consultó al traumatólogo pensando que era un problema de columna. Pero se equivocó. Le diagnosticaron síndrome de Guillain Barre y lo internaron de inmediato para frenar el avance de la parálisis muscular antes de que le llegara a los pulmones y fuera fatal. ’Estuve 30 días en terapia intensiva con un tratamiento que consistía en transfusiones diarias de sangre con una sustancia para contrarrestar los efectos de la enfermedad. La parálisis me había afectado el estómago por lo que no podía comer, y las vías urinarias por lo que tampoco podía orinar por mis propios medios. Estaba todo entubado. Gracias a Dios respondí bien al tratamiento y me dieron el alta. Creo que ahí empezó la etapa más difícil. Salí de la clínica como un bebé, a penas pudiendo gatear. Tenía que trabajar mucho para poder volverme a poner de pie’, dijo el atleta.
‘Con fuerza de voluntad se pueden dar vuelta las estadísticas médicas. Es mi experiencia’ HÉCTOR MUÑOZ – Atleta
Héctor comenzó con la rehabilitación neurokinesiológica también con un pronóstico poco alentador. Los especialistas le dijeron que con mucho trabajo y mucha suerte podría volver a caminar luego de dos años ininterrumpidos de terapia, pero que era imposible que volviera a correr. El atleta volvió a caminar con 4 meses de rehabilitación. A los 6, volvió a correr. ’Todos los días tenía dos horas de rehabilitación con el especialista y a eso le agregué dos horas más en mi casa. Hacía bicicleta fija, aunque me resultaba algo muy sacrificado y extraño. Aún no recuperaba la sensibilidad en la planta de los pies por lo que no podía sentir los pedales. Era ver que estaba pedaleando, pero no lo sentía’, dijo. Luego de pasar por la silla de ruedas, las muletas y el bastón, Héctor pudo mantenerse en pie sin ningún tipo de asistencia. Fue entonces que decidió participar en un maratón de 5 kilómetros. La completó, aunque casi en el triple de tiempo que el resto. Pero eso no lo detuvo, si no que lo impulsó a seguir superándose. En mayo pasado participó del Maratón Ansilta, de 42 kilómetros, por terreno montañoso. ‘Si uno quiere todo se logra. Por eso quise compartir mi historia de vida con toda la gente. Escribí el libro Maratón donde cuento mi caso y todo lo que hice para salir adelante. Creo que puedo llegar a contagiar voluntad para superar obstáculos’, dijo muñoz.