Boca, que venía de una semana dulce después de obtener el pasaje a los cuartos de final de la Copa Libertadores, logró recuperarse en el torneo local: superó 3-0 a Vélez, luego de dos fechas sin triunfos, y se acomodó a tres puntos del líder Racing.
Cristian Pavón, Edwin Cardona (de penal) y Sebastián Villa anotaron para el conjunto de Guillermo Barros Schelotto, que eliminó los nubarrones de las últimas semanas.
Vélez planteó el partido en campo contrario, con presión extendida y el objetivo de recuperar la pelota lo más arriba posible. El plan logró resultados parciales: sostuvo el control del balón, pero le faltó profundidad.
A Boca le faltó vivacidad de mitad de campo hacia adelante. Sólo Pavón le aportó dinámica en los primeros minutos y eso facilitó la tarea al conjunto del Gringo Heinze.
Sin embargo, el hecho de achicar hacia adelante implicaba riesgos. Y en una salida rápida del Xeneize, Boca usufructuó esa ventaja, Wanchope Ábila habilitó a Pavón quien, a la carrera, no perdonó: 1-0.
La apertura del marcador evidenció las fortalezas de Boca y las debilidades del equipo de Liniers. Cada vez que aceleró, la escuadra de Guillermo Barros Schelotto dio sensación de riesgo. El árbitro Fernando Echenique omitió un evidente penal de Abraham a Ábila, pero seis minutos después, a los 38", compró una simulación de Tevez y Cardona ejecutó con presteza: 2-0.
En la segunda parte, Vélez intentó imprimirle aún más ritmo a la presión. Con un remate de Ramis que pasó cerca y una intervención de Andrada ante Gastón Giménez, tuvo sus chances. Pero en cada excursión con campo abierto, Boca asustó. Y mantuvo el control del partido, que, más allá de algún sofocón, nunca dio la sensación de que pudiera escapársele.
Mauro Zárate, en la mira por su polémica salida del Fortín, no dejó el banco de suplentes. Un síntoma de las variantes y la jerarquía con la que cuenta Boca, tal vez su principal virtud, la que lo llevó a ser el bicampeón del fútbol argentino.
"Los goles dan confianza"
Autor del primer tanto del partido ante Vélez, el delantero de Boca, Cristian Pavon, reconoció lo importante que es marcar en el arco contrario. "Los goles dan confianza, sobre todo cuando uno es delantero y tiene esa responsabilidad en particular. Trato cada día de superarme y espero seguirlo haciendo como hasta ahora".
Consultado sobre la forma en que definió en su tanto, el cordobés puntualizó que "esperé el momento justo para definir y como vi que el arquero no salía, esperé hasta último momento. Traté que la pelota no me quedara tan pegada al pie y lo pude hacer bien al remate cruzado". Sobre lo que fue la semana del equipo, añadió que "se dio un gran paso en la Copa y esta victoria nos encamina en la Superliga".
>>Todo frío con Mauro
La partida del delantero Mauro Zárate de Vélez fue la novela del mercado de pases. El delantero, sumamente identificado con la institución de Liniers, decidió no continuar en el Fortín y acordó su llegada a Boca, quien le adquirió el pase al club Watford de Inglaterra. Y ayer domingo, Mauro volvió a encontrarse con sus ex compañeros pero, al parecer, la cuestión no terminó en los mejores términos.
Antes del comienzo del partido, Zárate caminó sin levantar la cabeza rumbo al banco de suplentes. No hubo saludo con sus rivales de turno: nadie se acercó a saludarlo ni él fue hasta el banco visitante para el abrazo. Ante las cámaras, cero contacto. Eso sí: antes de arrancar el segundo tiempo tuvo un cruce con Domínguez y le dio un beso.
En la previa, el entrenador del Fortín, Gabriel Heinze, ya había marcado la distancia: "No me interesa nada de lo que tenga que ver con Zárate", subrayó. Ayer se notó claramente.