Otra vez. Jacinto Bonifacio De los Ríos (62 años) será condenado luego de confesar haber estafado a una mujer con la fingida venta de un auto y a su hija con la promesa de una casa del IPV.

Alguna vez, ante los funcionarios judiciales que se ocupaban de sus múltiples causas por fraude, Jacinto Bonifacio De los Ríos (alias ‘Boni’, 62 años) llegó a definir sus maniobras con un concepto bastante alejado de lo prohibido: ‘Señor juez no soy delincuente, hago negocios’, dijo, sin sonrojarse.

Sin embargo esa definición no provocó mayor efecto y sus andanzas siempre cayeron en la categórica concepción del artículo 172 o subsiguientes del Código Penal: estafa. Y así su suerte comenzó a quedar marcada en la historia criminal sanjuanina con varias condenas.

Una de las últimas (todo indica que no desistirá de embaucar) podrá aplicársela el juez Eugenio Barbera (Sala III, Cámara Penal) en los próximos días, pues ayer el ‘Boni’ se manifestó dispuesto a recibir 1 año y 5 meses de cárcel por cometer un engaño por partida doble, madre e hija, que le reportó un beneficio de unos $75.000 entre setiembre y octubre de 2015.
A través de su defensor, Leonardo Villalba, De los Ríos acordó con el fiscal José Eduardo Mallea abreviar un juicio en su contra a cambio de una rebaja de pena en una escala que, a priori, quedaba entre 1 meses y 12 años de cárcel.

Una de las últimas perjudicadas fueron Carmen Pacheco y su hija Erica. A la primera la conoció en un local de Santa Lucía y en esa suerte de amistad la mujer le comentó que quería comprar un auto chico, con GNC. Y el ‘Boni’ no se pudo aguantar: le ofreció uno que un supuesto amigo suyo, juez dijo entonces, le daba en calidad de depositario judicial.

Había que pagar $25.000 por sellado y otros trámites; la mujer no dudó. El ardid de invocar influencias le sirvió para sacarle también otros $50.000 a su hija por una casa del IPV. Cuando fueron a reclamarle, De los Ríos los echó a puro insulto.