Desde temprano el calor se hizo sentir. Antes de las 10, la temperatura rozaba los 27ºC y el sol quemaba con intensidad. En este marco, la pileta del camping municipal de San Martín se llenó de niños que gritaban y jugaban sin parar. Sin embargo, ese no fue el único espacio elegido por los pequeños. Es que la sombra de los árboles fue el refugio ideal para seguir con la diversión, sin exponerse al sol. Así, con juegos de mesa, pelotas, aros y hasta barro, los chicos pasaron la jornada de ayer, en la Colonia de Verano.
Esta colonia, al igual que las que hay en los 19 departamentos, funciona de 8 a 13. En ese horario, los niños no paran ni un segundo y disfrutan a pleno cada momento.
Ayer, en el camping de San Martín, divididos en grupos por edades, los chicos parecieron hormigas que coparon todos los espacios con sombra. La zona de las mesas del camping fue el segundo lugar preferido de los niños. Es que todos señalaron como el lugar ideal a la pileta. De hecho, dijeron que esperan toda la mañana el turno para poder jugar dentro del agua.
En este camping, los chicos no pararon de reirse a los gritos y de festejar cada uno de los triunfos durante los juegos. En un rincón, algunos se desafiaron a tirar botellitas plástica para que caigan paradas, mientras que al ritmo de "Muchachos", la canción que revolucionó al país durante el Mundial de fútbol, los compañeros arengaron a su equipo.
En otra zona, con baldes, tapitas plásticas, palos de algunos árboles y con las manos como si fueran palas, los más chicos jugaron como si estuvieran junto al mar. Hicieron castillos de barro y se pasaron más de dos horas disfrutando de su contacto con la naturaleza. También hubo niños que jugaron al jenga, al ludo y a las cartas, entre otros juegos.
Y ellos no fueron los únicos que se divirtieron. "Cartón lleno", se escuchó desde otra mesa. Es que mientras los más pequeños pasaron la jornada a los gritos y a las risas gracias a los juegos, los adultos mayores optaron por el bingo. Compartiendo el momento, tomando mate y hasta contándose anécdotas de su vida, los adultos también disfrutaron de la mañana y hasta pusieron en juego el ingenio. Es que, como no tenían porotos para marcar los cartones de colores, algunos recolectaron piedritas de distintos tamaños para poder sumarse a este bingo.
- Con muchos gritos
Los más pequeños son los más bulliciosos. Los chicos que integran el grupo de 7 años posaron para DIARIO DE CUYO, luego de salir de la pileta. Entre gritos contaron que les gusta jugar a la pelota, al vóley y hacer otros deportes.
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Siempre alegre
Bruno Fernández tiene 10 años y según sus profesores, tiene la característica de estar siempre feliz y de contagiar esa alegría a sus compañeros. Dijo que le encanta la colonia y que lo que más disfruta es compartir las mañanas con sus amigos. "Me gusta jugar a todo, pero la pileta es lo mejor", dijo el niño que es de la zona de Dos Acequias.
Responsables
75 son los adultos que están a cargo del cuidado de todos los participantes, dentro de esta colonia. Hay 36 profesores, 36 monitores, 1 coordinara y 2 guardavidas.
- El sombrero revelador
Para ayudar a que los chicos aprendan a hablar de lo que les pasa, los profesores inventaron el juego del sombrero. En esta actividad, uno de los niños pasa al centro de un círculo, formado por los demás compañeros, y saca de un sombrero un papel que tiene escrito algún sentimiento. Tiene que contar qué significa esa palabra y en qué situaciones siente eso.
- Participantes
En esta colonia hay 1.060 niños, 35 adultos y 25 personas con discapacidad.
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Postales
Divididos en grupos, los chicos participan de distintas actividades en el camping. Ayer hubo algunos que comenzaron a hacer una bandera para identificar a su grupo, mientras que otros participaron de una charla nutricional y de reciclado. Esto, para que aprendan nuevos hábitos saludables. Ambas actividades fueron realizadas con juegos.