Hace 730 días, los familiares de los 44 submarinistas del ARA San Juan, están sin ellos. Hoy se cumplen 2 años desde el hundimiento de la embarcación y el dolor embarga a los seres queridos de quienes fallecieron en su interior. Carina Funes, la esposa de Cayetano Vargas, uno de los tres sanjuaninos que viajaban en la nave, fue escribiendo en los últimos días un diario de recuerdos de las jornadas previas del terrible accidente.
A continuación, su relato:
* 2 de noviembre
“Me despertaba perturbada por un sueño que tuve, me desperté yendo rápidamente a ver el calendario y contar los días que llevaban navegando. Hasta el 2/11/17 eran 9 días, pero en 21 años de haber estado juntos JAMÁS, JAMÁS te había soñado así Cayetano Vargas; te soñé que entrabas por el garage con tu overol y campera, y tu bolso a cuestas con un sol que te iluminaba, y te pregunté ¿Qué haces acá? Y me dijiste, tuvimos un problema y zarpamos mañana; y me quedé pensando todo el día en eso, que me quisiste decir Amor y no pude entenderte.
Ese sueño me estaba diciendo algo y no lo supe interpretar. Te Extraño Amor”.
* 4 de noviembre
“Hoy se cumplen 2 años de aquella llegada del Ara San Juan a Usuhaia. A las 13,30 me llamaste y era sábado y andábamos de compras. A las 13:45 volviste a llamar y llegábamos a casa, fue tan fuerte escuchar tu voz después de 10 días y preguntaste como estábamos y hablaste un ratito con los chicos. A mí me contaste que habían jugado a la guerrita, como le decías vos, lanzaron un torpedo a un barco hundido y tuvieron un problema; ni vos me diste más detalles, ni yo te pregunté qué tipo de problema (y después asocie el sueño con la palabra problema). Escucharte fue saber que habían llegado a puerto y luego nos llamarías más tarde, y esa llamada fue muy esperada porque no llamabas. Estarían unos días y regresarían a casa, pero no pudo ser”.
* 7 de noviembre
“Hoy, hace dos años atrás, llamabas por última vez para escucharnos los 4 juntos. No te voy a mentir que fueron raros esos llamados; porque no eran como sabías llamar vos (llamabas en forma constante para pedir el parte las 24 hs) y esta vez fue distinto. Tardabas en llamar y cuando hablábamos era con una voz diferente, demasiado tranquilo, más callado que uno debía preguntarte a vos. Fue la última vez que hablaríamos un poco más, antes de la zarpada del 8/11/17. Fue la última noche que nos enviamos mensaje por wathsaap a medianoche. Nunca imaginé que sería la última charla entre los dos. Estabas cansado por todo lo que habían trabajado para dejar listo el submarino para salir al día siguiente. Qué cosas habrán pasado por tu cabeza que nunca sabré, porque de casa te fuiste diciendo una frase que hasta hoy no sé porque lo dijiste ‘no sé si volvemos’. Solo pienso que te fuiste despidiéndote de una u otra manera, y que algo querías decir y no pudiste o no quisiste hablar”.
* 8 de noviembre
“Así partían desde el puerto de Ushuaia, hace dos años atrás, el ARA SAN JUAN Y SUS 44 TRIPULANTES; regresaban a su casa la base naval Mar del Plata; pero en el camino Dios cambió su destino y quedaron en la profundidad del mar. Hace dos años atrás 8,30 era la última vez que escucharía tu voz y a las 10,30 me enviaste el último mensaje donde me decías "ya estamos por zarpar, cuidensé mucho si Dios quiere el 27 nos vemos" y ese 27 no llegó, quedamos detenidos en el tiempo. La vida nos cambió para siempre, pero en el calendario quedaron marcadas fechas que son difíciles de olvidar. Hoy marqué tu número para poder escuchar tu voz, esa que quiero escuchar una y mil veces más y no se puede. Es difícil seguir, me mantienen en pie esos pedacitos tuyos que me dejaste; quisiera volver a verte en los sueños y así imaginarme que pasó mucho tiempo y verte cómo vas envejeciendo, pero no apareces tanto ya. Sé que el 17/11/18 una vez que localizaron tu segunda casa, volaste alto y desde donde estés nos cuidas”.
* 14 de noviembre
“Hoy hace dos años atrás, que vos y tus compañeros empezaban a luchar con ese mar bravío que se los quería quedar. Hoy hace dos años, que aunque estuviésemos separados nos conectábamos de alguna manera, y así fue que mi cuerpo comenzó a sentir un dolor que nunca había sentido, dolía mucho el pecho pero mucho y todos me decían que era contractura; yo sabía que no era solo eso. Ese 14/11/17 fue raro, nos sentíamos diferentes y después llegaría la peor noticia. Nosotros no pudimos enviarte mensaje para decirte que te esperábamos y nos quedamos esperando que volvieras. Hoy hace dos años atrás, que contaba los días para saber qué día podrías llegar, y ahí nos quedamos mirando el almanaque que nos marcó un día para siempre”.