El Coronel Juan Domingo Perón fue vicepresidente de la Nación, ministro de Guerra y secretario de Trabajo y Previsión. Visitó San Juan con motivo del inicio de las obras de reconstrucción tras el terremoto de 1944.

Varias veces se ha referido DIARIO DE CUYO a las históricas visitas a San Juan de Juan Domingo Perón. Una de ellas, el 26 de enero de 1945, cuando preparaba su candidatura a presidente de la Nación, y el 10 de abril de 1949, en su primer periodo presidencial, junto a su esposa María Eva Duarte. Fue para comprobar la marcha de la recuperación de la ciudad, tras el terremoto de 1944. Sin embargo, poco se sabe de una visita anterior a estas, el 9 de septiembre de 1944. El motivo se debió al inicio de las obras de reconstrucción, siendo vicepresidente de la Nación, ministro de Guerra y secretario de Trabajo y Previsión. A la sazón ostentaba el grado de coronel y ya comenzaba a sorprender por su discurso directo, persuasivo y hasta conmovedor; sobre todo en San Juan por haber sido la primera autoridad de la Nación que se dirigió al país comprometiendo ayuda urgente a los damnificados por el desolador sismo.

"Me pondré en acción para conseguir lo antes posible la reconstrucción de San Juan y eliminar, apenas regrese a Buenos Aires, los obstáculos que impiden dar celeridad a las obras" (Coronel Juan Perón).

Quizá por ello, según los diarios de la época como "Tribuna", los sanjuaninos lo recibieron "con una cálida y entusiasta recepción", especialmente "entre los trabajadores que aclamaron con insistencia su nombre, por la obra productiva que se viene realizando sobre los escombros". Las crónicas señalan que el avión "Douglas" que lo transportó desde Buenos Aires llegó a las 9.45 al campo de aviación de Pocito. 

Allí fue recibido por el interventor federal, coronel Juan Berreta, miembros de su gobierno, el intendente de la Capital, Domingo Salas, autoridades militares locales y el obispo auxiliar, monseñor Marcos Zapata. Entre los representantes de los trabajadores sanjuaninos que acompañaron en todo momento a Perón en su recorrida por la Capital, se encontraban figuras que luego serían fundadoras del partido Justicialista local, como el secretario de la Federación Obrera Sanjuanina (hoy CGT), Ramón Washington Tejada, luego diputado nacional (1946-1950), y el delegado de la Secretaría de Trabajo y Previsión, Ruperto Godoy, posteriormente gobernador de San Juan (1947-1950). 

Tras visitar la Casa de Gobierno en su local provisorio ubicado en plaza Laprida, frente a la escuela Normal Sarmiento, la comitiva se trasladó al estadio del Parque de Mayo "que ofrecía un aspecto imponente, con una inmensa muchedumbre que colmó las instalaciones, advirtiéndose gente proletaria que desde distintos lugares de la provincia había concurrido a testimoniar su reconocimiento y adhesión al coronel Perón", comenta el citado diario.

En este acto del estadio, los obreros Gabriel Barroso y Ernesto Castañares izaron la bandera, con el acompañamiento de la banda del Regimiento 22 de Infantería de Montaña, tras lo cual hubo varios discursos. El último de ellos estuvo a cargo de Perón, que al decir de la misma crónica "fue interrumpido en varios pasajes por los aplausos y las vivas de la muchedumbre" reunida en el aquel recinto deportivo hoy desaparecido.

Nadie podía imaginar aquel día que ese mismo militar sería ungido para el máximo cargo en las elecciones del 24 de febrero de 1946 y marcaría para siempre la historia argentina. Ya en ese momento, en su mente estaba aquel proyecto político que los argentinos comenzarían a conocer en 1945. Seguramente por eso en el discurso se dirigió especialmente a "los obreros criollos", resumiendo sus logros desde Trabajo y Previsión en materia de leyes sociales, al asegurar que "no habrá fuerza en la tierra que sea capaz de quitar un solo ladrillo a este edificio social que estamos edificando".

Perón visitó también la Casa Natal de Sarmiento, reconociendo desde allí el papel decisivo del Gran Maestro en la Educación, y la Celda Histórica del General San Martín, donde homenajeó emotivamente al Libertador. Como recuerdo de aquella visita, recibió una medalla de oro, de manos de Martín Alfredo Videla, en nombre de los empleados estatales de San Juan.