El lugar. Alrededor de 400 mil toneladas es el volumen de la escombrera de la Cantera Andacollo en la que se realizaron los muestreos.

 

Iniciaron con una planta de recuperación del cuarzo y feldespato de las escombreras de Valle Fértil y ahora buscan mercado para la inserción del producto con el anhelo de lograr un espacio como materia prima de pisos y filtros industriales.

 

El año pasado Pedro Ferreira fue uno de los beneficiados con 250 mil pesos por el Programa de Asistencia Financiera para la Pequeña y Mediana Minería otorgado por el Ministerio de Minería provincial. Este monto le permitió llevar adelante su proyecto de recuperación de pasivos ambientales en Valle Fértil mediante la selección granulométrica del mineral descartado. Así pudo montar una modesta planta cuyos productos, a fines del año pasado, comenzó a insertarlos en el rubro de la jardinería para canteros y caminos. “Esto me dio el aliento para continuar así que me metí en una nueva línea para adquirir un molino, trituradora y zaranda que me permitan llevar el material de las escombreras a otra granulometría y así generar nuevos mercados”, contó Ferreira.

 

Puntualmente se trata de un proyecto a través del cual este técnico minero busca que su planta brinde otros tratamientos a los minerales a través de la conminución o achicamiento del material seleccionado, con el fin de lograr un producto más rentable y de mayor valor agregado. “Este tipo de cuarzo con una granulometría específica es muy solicitado por industrias que fabrican pisos, filtros para piletas o pisos industriales. Ya presenté el proyecto en Calidad San Juan y espero ya tener novedades concretas a partir de marzo”, amplió la fuente.

 

Comenzar a pensar en la diversificación de su proyecto llevó a Ferreira a una selección de las canteras en las cuales efectúan la remediación ambiental de las escombreras del Valle, es el caso algunas ubicadas en Usno, Andacollo y El Turbante. La intención es que el material que las productoras desechan sea de la mejor calidad para su reaprovechamiento y aplicación en otras industrias. Una clasificación más pormenorizada con el objetivo de un producto rentable y de valor diferencial.

 

Mientras, Ferreira se centra en potenciar las aplicaciones que ya tiene su producto en jardinería. La intención es vincularse con arquitectos y expertos en paisajismo a fin de encontrar mayores oportunidades del cuarzo y feldespato reciclado. “Permiten un ahorro en mampostería y contrapisos, son piedras muy utilizadas en el entorno de casas con piletas o para caminos y senderos de jardinería en general, lo interesante es comenzar a dar valor a los productos regionales dentro del ámbito de la construcción”, cerró la fuente.

 

Reciclaje. La clasificación granulométrica del material de las escombreras en tamaños que pueden resultar comerciables resultaron clave al momento de diseñar este proyecto.

 

El año pasado su sueño comenzó con un proyecto centrado en recuperar el material de descarte de las voladuras en las productoras de cuarzo y feldespato, es decir, mineral mezclado con tierra que se acumula en las canteras y que para los productores no resulta rentable seleccionar. Como se trata de una tarea manual, resulta engorrosa realizarla y comúnmente se acumulan grandes volúmenes de este material de descarte que conforman las escombreras. Esto no significa que el material pierda su importancia química, por lo que se puede re utilizar mediante un sistema de clasificación granulométrica que permite que este pasivo minero se convierta en un activo rentable.

 

El dato

 

Según un relevamiento realizado por el Segemar en 2006 (el último que existe hasta el momento), los pasivos ambientales o escombreras de Valle Fértil constan de un volumen de 330 metros cúbicos de material, los cuales se pueden transformar en pasivos recuperables por su calidad y fácil acceso a ellos. Estos pasivos contienen minerales con muy buen valor.