Por: Virginia Agote – Directora MPBAFR

Es el título de la muestra que se exhibe en San Juan y reúne importantes obras del consagrado artista norteamericano, figura clave del videoarte. Sus obras, reconocidas en el mundo entero, llegan al museo por primera vez en el marco de la Bienalsur (Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de América del Sur). La exposición se inauguró el viernes 21 de junio y permanecerá hasta el mes de septiembre de 2019, en las salas 1 y 2. 

"No hay ni pasado ni futuro, tan sólo una serie de presentes sucesivos, un camino perpetuamente destruido y continuado por el que avanzamos todos". Marguerite Yourcenar, El tiempo, gran escultor.

"El cuerpo del tiempo" de Viola, desborda los límites expositivos habituales, transformándose en un acontecimiento para nuestro museo y la región, en tanto forma parte de la obra de uno de los innovadores de los lenguajes visuales contemporáneos. 

En el marco de Bienalsur, el MPBAFR recibe por primera vez a este artista que cobró importancia creciente desde sus inicios en el videoarte, entornos sonoros, obras para conciertos, óperas y una multitud de espacios diversos. En sus exposiciones individuales en ciudades como Venecia, Londres, Sao Paulo, París, Guangzhou, Whitney, Florencia, ha desplegado su particular modo de aproximarse a temas universales, a interrogaciones fundamentales.

Es una oportunidad para contemplar una serie de trabajos que de alguna manera condensan buena parte de sus exploraciones en torno a la temporalidad como herramienta constructiva de la imagen. Las operaciones de Bill Viola sobre el tiempo explotan con sutileza las posibilidades técnicas del video; sus alteraciones formales son también metáforas sobre existencia y devenir humanos. Sin palabras, las ideas se materializan en la mente de los espectadores, sugiriendo nociones como ciclos vitales, cuerpo e historia, cambio y absoluto, instante y eternidad, calma y destrucción, dolor y superación.

Una de sus principales preocupaciones es la creación de experiencias frente a las imágenes, que convierte en portadoras de una comprensión de aspectos positivos y negativos de lo humano, una reflexión sobre el instante; en palabras del artista: "la vida es algo precioso, nunca sabes cuándo se apaga, y deberíamos tomar cada día, cada minuto, cada fragmento como algo muy preciado en todo lo que hagamos, para ayudarnos y ayudar a los demás".

No deberíamos olvidar que la división entre los maestros clásicos de la historia del arte y los artistas que exploran las nuevas tecnologías puede ser deconstruida, y que los temas que aborda Bill Viola pueden conectarse con las obras exhibidas en nuestra colección, una intención que el artista subraya con su idea de que "todo el arte es contemporáneo".

Curador / Marcello Dantas

The Body of Time

 

Durante los últimos 40 años, Bill Viola ha desarrollado de manera insistente una de las series de obras de arte basado en el tiempo más impactantes en el mundo. Sus instalaciones, videos y colaboraciones teatrales han dado lugar a un léxico, un cuerpo completo de lenguaje, sobre cómo uno percibe el yo, el otro y la experiencia del tiempo. Jugando con un idioma que él mismo inventó, creó una obra que ocupa un lugar preponderante en la historia del arte. "Es el tiempo lo que hace posible mi arte", explicó Bill Viola una vez en una entrevista. Utiliza el tiempo como un instrumento para agudizar la percepción y generar un estado de semi-hipnosis en el espectador. Sus obras abren un portal hacia una dimensión diferente para que el espectador explore su mundo interno. Viola convierte la experiencia del tiempo en algo físico, tangible, corpóreo; muchas de sus instalaciones le han dado cuerpo al tiempo. Es paradójico que un artista que eligió el medio que representa por excelencia la sobrecarga de información de nuestra era y la aceleración de la vida, lo haya utilizado para generar algo que tiene un sentido opuesto. De esta manera, nos obliga a mirar debajo de la superficie, a penetrar en la imagen y a arriesgarnos a entrar en el territorio de lo invisible. Una de las cosas que el arte todavía puede hacer es desacelerar el tiempo. Viola logra este efecto al desafiar nuestra percepción y conciencia; habla con el animal que duerme dentro de nosotros, inspirado por experiencias de oscuridad tan profundas que nos llevan hasta los umbrales de nuestra propia visión. Marcello Dantas, señala que, para esta exposición, se seleccionaron obras que dejan entrever la condición de un escultor del tiempo. "Inverted Birth" (Nacimiento revertido), por ejemplo, usa el espacio, la escala y el vacío para revelar la dimensión del tiempo al revertir simbólicamente el acto del nacimiento. "Chott El Djerid", es un trabajo de su primera época que explora los límites de la resolución del video como medio para revelar la condición del desierto, donde la luz y el calor son las paletas del pintor. Las obras de Viola son una meditación sobre la vida, la muerte, la trascendencia, el renacimiento, el tiempo y el espacio. Al proponer una nueva forma de ver, aún estando dolorosamente consciente de la brevedad de la vida, sus imágenes permiten comprender estas cuestiones fundamentales sobre la existencia humana y demuestran la universalidad de su trabajo, que trasciende toda frontera cultural.

Las preguntas existenciales sobre el origen y el destino, el nacimiento y la muerte, se van soltando, gradualmente, del relato de Viola. El trabajo se repliega sobre el viaje, donde los caminantes que vienen de la nada pasan sin detenerse, los durmientes descansan tan profundamente que pueden no estar vivos y el agua descubre paisajes de luz y calor. Viola quiere que experimentemos el momento presente del viaje. Nos regala, a través del cuerpo de su obra, el bien más preciado de la vida: el tiempo y la memoria.

Biografía Bill Viola

Bill Viola nació en Nueva York en 1951 y se graduó en la Universidad de Siracusa en 1973. Figura clave del videoarte, lleva más de cuatro décadas creando instalaciones, películas, entornos sonoros, videos en pantalla plana y obras para conciertos, ópera y espacios sagrados. Viola representó a los Estados Unidos en la Bienal de Venecia en 1995. Entre sus principales exposiciones individuales se destacan : A 25-Year Survey, The Whitney Museum of American Art (1997); The Passions, J. Paul Getty Museum (2003); Bill Viola – Visions, ARoS, Aarhus (2005); Hatsu-Yume (First Dream), Museo de Arte Mori, Tokio (2006); Bill Viola, Visioni Interiori, Palazzo delle Esposizioni (2008); Bill Viola, Grand Palais, París (2014); Bill Viola. Electronic Renaissance, Palazzo Strozzi, Florencia; Bill Viola. Installations, Deichtorhallen, Hamburgo; Bill Viola. Retrospective, Guggenheim Bilbao; entre muchos otros. En 2004, Viola creó un video de cuatro horas de duración para la producción de Peter Sellars de Tristán e Isolda de Wagner, presentada varias veces en los Estados Unidos, Canadá, Europa y Japón. Viola ha recibido numerosos premios, entre ellos el XXI Premio Internacional de Cataluña (2009) y el Premio Imperial de la Academia de Japón (2011). Fue elegido miembro honorario de la Royal Academy de Londres en 2017.