Un llanto de desahogo, para ponerle fin a un suplicio que duró años. Desde que asumió su cargo como director técnico de la selección argentina, Lionel Scaloni cambió críticas por aplausos. A la obtención de la Copa América y de la Finalissima se le sumó el último logro, el más importante y deseado por los argentinos, ganar la Copa del Mundo.
Después de un 3-3 en el tiempo suplementario ante Francia, la definición del partido fue por penales, donde Emiliano “Dibu” Martínez se lució bajo los tres palos y la Argentina celebró la victoria tras el tanto de Gonzalo Montiel, quien ingresó en el alargue por Nahuel Molina.