El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó en las últimas horas que la inflación llegó al 2,5% en agosto y sumó el 51,4% en el último año. Si bien desde Economía señalaron que se mantiene la desaceleración de precios, desde enero la suba acumuló un 32,3%, por encima de la pauta oficial del 29% para todo el año. En ese marco, con índices alarmantes de pobreza y desempleo, el discurso del oficialismo viró totalmente a la realidad económica tras la derrota electoral en las PASO.
Mientras el presidente Alberto Fernández prepara anuncios para torcer la debacle en las urnas con vistas a noviembre, esta semana cada vez más dirigentes y funcionarios, propios y ajenos, alzaron su voz para expresar hacia dónde debe apuntar el Gobierno para revertir la situación.
Ayer por la noche fue el turno de Claudio Lozano, el Director del Banco Nación, quien habló sobre esta coyuntura y dejó algunas definiciones económicas. Una llamó la atención por sobre el resto: recuperar la capacidad de consumo de la ciudadanía a través de una moneda diferente al peso.
Al pedir por “estrategias nuevas” para reactivar la economía, el dirigente de Unidad Popular, uno de los frentes que integra la coalición gobernante, habló de “una opción de moneda no convertible”. “No convertible a divisas, no convertible a moneda dura, para así financiar la política social y la capacidad de consumo de la población; que tenga todas las funciones excepto que no se pueda cambiar por dólar”, detalló acerca de su propuesta.
Durante la entrevista en Brotes Verdes, por la señal C5N, argumentó que “si uno combina esto con mejores regulaciones cambiarias y una discusión distinta del sistema de siempre” se podría recuperar el consumo, un factor que puertas adentro el Gobierno intuye como clave en su intención de acortar la diferencia con los candidatos de la oposición en noviembre.
Respecto al duro golpe en los comicios, Lozano habló de una combinación de factores. “Creo que hay una mezcla de decepción, apatía, bronca, un cóctel donde se unen todas estas sensaciones; en algunas recorridas por barrios popuares lo hemos registrado, caminando los barrios uno lo nota”, dijo sobre la magra cosecha de votos en relación a las previsiones oficialistas.
Para mejorar los números en las Generales, para el dirigente lo más importante es “escuchar, tiene que haber alguna señal de que se escuchó y que haya un cambio sustantivo en el rumbo de la gestión”.
“Desde octubre del año pasado el nivel de ajuste fiscal no era compatible con una sociedad como la que tenemos”, criticó. De esa manera coincidió con el gobernador bonaerense Axel Kicillof, quien el mismo lunes afirmó que “hay que relajar la mirada fiscalista; tanto el gobierno nacional y provincial deben dedicarse en este momento a la reconstrucción de manera excluyente y eso implica que el salario le gane a la inflación y que se cree trabajo”.
A su vez, Lozano insistió con el factor cambiario: “Habría que discutir el tema de las regulaciones cambiarias, no puede ser solo con una alquimia financiera con compra y venta de bonos donde además gasto reservas”. Por eso, además de generar otro tipo de moneda, reclamó una discusión por “los mercados paralelos del dólar”, para analizar “si tiene sentido mantenerlos de la manera en que están funcionando”.
También remarcó entre otras medidas de índole político y económico la necesidad de profundizar el control del sistema de precios -”hay que pensar un control social, sentar a todos los actores para cortar con los abusos de la posición dominante”, subrayó-, el ingreso universal de emergencia y la asistencia integral a las pymes y a las economías populares. “Hay que facilitarles un conjunto de soluciones”, sintetizó.