El dirigente del Movimiento Teresa Rodríguez (MTR), Abel Peralta, fue juzgado esta mañana por sus amenazas a militantes y al intendente de 9 de Julio Gustavo Nuñez y, si bien se decidió que seguirá en libertad; no podrá realizar actos, acercarse al municipio ni salir de la provincia durante un año.
Peralta estuvo presente en la mañana de este miércoles y oyó la definición judicial que apuntó a medidas coercitivas, entre las que también figura que deberá presentarse una vez por semana ante la Comisaría 31era.
Todo comenzó el pasado 18 de julio, cuando trascendió un audio que Peralta había mandado a los integrantes del MTR para que marcharan al día siguiente al edificio comunal. De la grabación salieron a la luz definiciones como "los quiero (en el municipio) a todos los de la organización. No me empiecen con excusas, con que no quieren ir. No vayan, pero, después, cuando yo cargue para los planes, no me digan "a mí por qué no me cargaste"". No fue lo único, ya que hizo hincapié en que "el único trabajo que tienen ustedes es solamente ir a las marchas", entre distintos aprietes.
El audio le llegó al intendente Nuñez, de Producción y Trabajo, quien instruyó a su secretario de Gobierno a que ese mismo 19 de julio pusiera la denuncia. Sumado a eso, el jefe comunal se reunió con Peralta, quien le pidió módulos alimentarios. Con respecto a la mercadería, le explicó que la entrega se hace a través de un empadronamiento y que no hay privilegios para nadie.
Pese a que las maniobras del dirigente del MTR trascendieron públicamente y generaron un fuerte rechazo, igual siguió adelante y la protesta se realizó.