El docente Jorge Roberto Plaza aún sigue vinculado a la investigación, pero la falta de pruebas hace peligrar las sospechas en su contra.

 

El profesor de Tecnología en la Escuela de Enología Jorge Roberto Plaza quedó a un paso de ser desligado con un sobreseimiento definitivo en una causa escandalosa por la que incluso llegó a estar 21 días preso: los presuntos abusos sexuales que le atribuían en plena clase contra alumnas de primer año. Plaza había sido procesado por el supuesto abuso sexual simple, agravado por su condición de educador de una niña. Pero los jueces Eugenio Barbera y Maximiliano Blejman (Sala III, Cámara Penal) entendieron que la prueba reunida no alcanzaba para haberlo procesado, le dictaron falta de mérito ante la duda (que favorece al imputado) y ordenaron profundizar la investigación para saber si cometió o no el delito que le atribuyen. Así, mandaron a tomar testimonio a otros alumnos de esa clase, para saber si presenciaron alguna maniobra como la denunciada, dijeron fuentes judiciales.

"Mi cliente de 61 años y 40 de trayectoria en la docencia, y se lo perjudicó con una detención injusta y prolongada de 21 días. Ahora el tribunal entendió que el supuesto material incriminatorio no alcanzaba y le dictó falta de mérito, pero esta defensa está convencida de que esta causa pasará al archivo porque no tuvo nada que ver el hecho denunciado", dijo ayer Juan Bautista Bueno de la Cruz, defensor de Plaza.

El escándalo había estallado el 12 de mayo del año pasado, cuando Plaza les tomaba una prueba a los chicos de primer año. Entonces varias alumnas hicieron conocer su disconformidad e incomodidad por la conducta invasiva y los contactos corporales hacia algunas de ellas.

Y el caso llegó a la Justicia con cuatro denuncias. En tres de ellas, el juez Martín Heredia Zaldo desestimó que hubiera delito, a pesar de considerar que el docente pudo tener una conducta inapropiada y desagradable que, sin embargo, no había constituido ningún delito.

En cambio entendió que sí cabía procesarlo sin prisión preventiva por un abuso sexual simple, agravado por ser educador, pues una cuarta niña dijo que a ella le tocó la cola cuando fue a consultarle algo de la prueba.

La defensa apeló, porque esa misma chica le dijo a otra compañera que "casi" le tocó la cola. Y ante el director de la escuela, ninguno de los chicos había manifestado tal situación. Es más, decenas de alumnos y allegados a Plaza juntaron firmas para apoyarlo.

Los psicólogos determinaron que el docente es "extravertido y expansivo" en su conducta, aun cuando no corresponde, pero no hallaron los signos de un abusador en su personalidad.