El dólar libre gana cinco pesos (+2,3%) este lunes y es operado a $221 para la venta, mientras que las cotizaciones bursátiles recortan ganancias desde sus precios máximos históricos, a $240 para el “contado con liquidación” y a $230 para el dólar MEP.

El dólar “blue” alcanzó un récord de precios de cierre el pasado 27 de enero, en los 222,50 pesos.

El dólar mayorista gana 77 centavos, a 123,69 pesos. El tipo de cambio oficial gana un 20,4% en el transcurso de 2022. La brecha cambiaria se asienta en el 78,8 por ciento.

En las últimas semanas los dólares por fuera del “cepo” retomaron la iniciativa y comienzan a pelearle -y ganarle- a la inflación, ante expectativas del mercado que se centran en una mayor inyección de pesos en la economía.

En junio, los analistas económicos anticipan otra vez una inflación mensual del orden del 5 por ciento. El dólar libre anota una ganancia de 6,3% desde los $207 del cierre de mayo. Y el dólar “contado con liquidación” llegó a subir un 15,1% en junio, a un máximo histórico de 242,24 pesos.

El Gobierno y el Fondo Monetario Internacional debatieron en las últimas rondas de negociación técnica un punto central de política económica: el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial. El compromiso del acuerdo vigente es mantenerlo en línea con la inflación para evitar un atraso, pero el staff del organismo ya empezó a alertar que el Banco Central depreció la moneda de una manera más lenta a la que ven como apropiada.

Según fuentes oficiales con conocimiento del contenido de las conversaciones entre Buenos Aires y Washington, el FMI fue comprensivo con la explicación de la Casa Rosada sobre por qué a esta altura del año el equipo económico hizo avanzar el tipo de cambio mayorista a una velocidad crucero por detrás de la suba de precios. “Si hubiéramos acelerado el crawling peg en medio de un pico de inflación, podría haber sido peor”, explican desde un despacho oficial.

La falta de dólares líquidos en las reservas del Banco Central es otra variable que hay que mirar día a día. Si bien los activos internacionales brutos superan los USD 40.000 millones, la mayor parte de los mismos está integrado por préstamos (“swap” de monedas con China o DEG del FMI) y depósitos de los ahorristas. Como estas divisas son el respaldo de los pesos en circulación, el precio del dólar estará supeditado a las tenencias en las arcas del Banco Central.

En este sentido, en 2022 la demanda de dólares para importar energía neutraliza la capacidad de compra del BCRA en el mercado. La autoridad monetaria quedó con un saldo negativo de unos USD 348 millones por sus intervenciones en el mercado de cambios en lo que va de junio. Asimismo, en el transcurso de 2022, el Banco Central acumula compras netas por unos USD 550 millones, un monto que representa el 8,8% del saldo neto a favor obtenido en el mismo lapso del año pasado, que acumulaba unos USD 6.267 millones al 16 de junio de 2021.

Las reservas internacionales brutas del Banco Central quedaron el jueves en unos USD 40.900 millones, en su monto más bajo en casi tres meses, desde el 23 de marzo de este año, antes de que ingresara una fuerte inyección de DEG (Derechos Especiales de Giro) del FMI, por el equivalente a unos USD 9.700 millones, cuando se cerró el acuerdo por la deuda con el organismo.

Infobae