¿Saben por qué están aquí?, preguntó una de las dos profesionales (una psicóloga y una trabajadora social) que abordaron a esas dos nenas de 11 y 9 años en un hogar estatal donde habían ido a parar tras ser separadas de su familia. Y las respuesta sonó como un mazazo: ‘Sí, porque mi mamá se droga y mis tíos nos abusan, aunque no sé si es tío, porque un tío no te toca ni te abusa’, respondió la mayor. En el acto se disparó una averiguación con otras dos hermanas mayores de esas nenas (de 14 y 12 años) que fueron a parar a otro hogar estatal, y las mayor de ellas fue más cruda aún en sus descripciones, pues dijo que esos tíos la habían violado a ella y que había visto cuando las violaban a sus hermanitas.
El 23 de junio pasado, las profesionales de la Dirección de la Niñez denunciaron el caso en la UFI Anivi dirigida por el fiscal Duilio Ejarque, que en conjunto con los ayudantes fiscales Benjamín Spatzer y Fernando Guerrero, confirmaron parcialmente las sospechas de los ataques sexuales a través de un médico. Ese profesional constató que la mayor de las hermanas ya no era virgen, pero informó que sus hermanitas no presentaban lesiones compatibles con algún ataque sexual.
Esa primera evaluación más la denuncia, llevó al equipo de Fiscalía a pedir la detención de los tíos de esas niñas, pero sólo uno de ellos pudo ser capturado el pasado 25 de agosto, ya que el otro, al parecer, está radicado en La Rioja.
El sospechoso preso tiene 44 años, fue detenido en la calle porque es mendigo y debió ser sometido a una junta médico-psiquiátrica, pues se pensaba que no estaba del todo en sus cabales. Pero cuando lo evaluaron concluyeron que comprende cuándo un hecho es criminal o no, y también que puede dirigir sus acciones.
Por esa razón Fiscalía pidió a la jueza de Garantías Verónica Chicón que mantenga un año con prisión preventiva al sospechoso y que conceda igual plazo para investigarlo por los ataques sexuales. También solicitaron la autorización para que los psicólogos entrevisten a las menores y eleven luego un informe sobre los posibles indicadores de abuso sexual que -se sospecha- pueden presentar.
El defensor Jorge Olivera Legleu se opuso al encierro de su cliente y, en todo caso, pidió que su cliente permanezca con prisión preventiva domiciliaria.
Pero la jueza le dio la razón a Fiscalía. Les concedió un año de plazo para investigar, ordenó 5 meses de preventiva para el detenido y autorizó la entrevista videograbada de las cuatro hermanitas. Los dichos de esas niñas, son claves para la suerte del detenido y su hermano prófugo.