"Hicimos una barricada con arena en la puerta para que el agua no ingresara pero atravesó las paredes y en minutos nos llegó a las rodillas", explicó Marcela Fernández, una vecina de Barreal, quien sufrió en carne propia lo que fue la creciente. Las intensas lluvias en la zona del sábado provocaron una nueva creciente que afectó a los barrealinos y una familia en particular tuvo que pasar la noche en la cocina de la Comisaría 33ra.
En diálogo con Diario de Cuyo, Marcela (36) recordó que salió de trabajar y alrededor de las 20 se encontró con su pareja Manuel Rojas (26) y sus 3 hijas de 17 años, 12 años y 5 meses. Cuando se disponían a cenar sintieron que la creciente aumentó y confiaron en la barricada que hicieron en las puertas de la vivienda. Pero el agua devoró las paredes de la cocina y del baño e ingresó sin piedad.
"Yo tenía a la bebé en brazos y mientras todos agarraban un poco de ropa, yo cargué pañales y las cosas de la pequeña. Hubo vecinos que ayudaron a poner en alto el lavarropas y la heladera pero más no se pudo salvar", indicó.
Con lágrimas en los ojos, dejó la humilde casa de adobe y techo de caña, ubicada en las inmediaciones de avenida Presidente Roca y la familia fue alojada a pocos metros, en la Comisaría de Barreal. Mariela trabaja en un supermercado pero para aumentar los ingresos hace pastas en una fábrica mientras que su pareja se desempeña en la cosecha del ajo. "Mi hija más grande este verano decidió sumarse a la cosecha para poder tener sus gustos y comprarse útiles pero todo se perdió con la creciente", lamentó.
Al día siguiente, el patrón de Manuel fue quien les prestó una vivenda hasta que puedan recuperarse. "La policía me miró que estaba descalza y lo que recuerdo es que pensé en las cosas de las niñas, yo salí con lo puesto. Pero aquí los vecinos son muy solidarios y nos donaron algo. Estamos sin casa y no sé hasta cuándo", amplió.
Marcela aseguró que a la anterior vivienda, que también era prestada, no pueden regresar, ya que las paredes y el techo crujen todo el tiempo; lo que indica "que se puede derrumbar en cualquier momento". "No puedo exponer a mis hijas a eso", cerró.