En una misa de Domingo de Ramos celebrada ante una docena de fieles en el ábside de la basílica de San Pedro para evitar el contagio de coronavirus, el Papa Francisco ha afirmado que “el drama que estamos atravesando nos obliga a tomar en serio lo que cuenta, a no perdernos en cosas insignificantes, a redescubrir que la vida no sirve, si no se sirve. Porque la vida se mide desde el amor”.

En esa línea, el Santo Padre ha invitado a millones de católicos que ahora siguen las ceremonias por Internet y televisión, a “pedir la gracia de vivir para servir. Procuremos contactar al que sufre, al que está solo y necesitado. No pensemos tanto en lo que nos falta, sino en el bien que podemos hacer”. El Papa tenía a su espalda el monumental retablo de la Cátedra de San Pedro y la Gloria de Bernini, presidida por la vidriera del Espíritu Santo. Pero también algunas ramas de palma junto con el crucifijo de la iglesia de San Marcello y la imagen de María “Salus Populi Romani”, que acompañaron la bendición “Urbi et Orbi” del pasado 27 de marzo, impartida al mundo entero desde una plaza de San Pedro lluviosa y absolutamente vacía.

En su homilía, Francisco ha aconsejado que “cuando nos sintamos entre la espada y la pared, cuando nos encontremos en un callejón sin salida, sin luz y sin escapatoria, cuando parezca que ni siquiera Dios responde, recordemos que no estamos solos”.

El Papa ha recordado que el Domingo de Ramos se celebra la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), instituida por san Juan Pablo II hace 35 años. En esta edición marcada por una tragedia mundial, Francisco ha invitado a los jóvenes a una actitud constructiva: “Mirad a los verdaderos héroes que salen a la luz en estos días. No son los que tienen fama, dinero y éxito, sino son los que se dan a sí mismos para servir a los demás”.

Y ha insistido con fuerza: “Sentíos llamados a jugaros la vida. No tengáis miedo de gastarla por Dios y por los demás: ¡La ganaréis! Porque la vida es un don que se recibe entregándose”.

La entrega de la Cruz de la JMJ por parte de los jóvenes de Panamá a los de Portugal, prevista para hoy, ha sido aplazada al 22 de noviembre, fiesta de Cristo Rey. El próximo gran encuentro mundial tendrá lugar en Lisboa en el verano de 2022.

El Papa celebrará todas las ceremonias de la Semana Santa en ese mismo altar de la Cátedra, excepto el Vía Crucis nocturno del Viernes Santo a las nueve de la noche que tendrá lugar en la plaza de San Pedro.

Del mismo modo que este domingo ha invitado a servir, el Santo Padre había advertido el sábado en un tuit que “en estos momentos de dolor la gente hace muchas cosas buenas, pero también surgen ideas para aprovecharse del momento en beneficio propio, para obtener ganancias”.

Por fortuna, los “chacales” y “buitres” son pocos, pero conviene estar alerta y, como añadía el tuit, rezar juntos “para que el Señor nos dé a todos una conciencia recta, transparente”.

Las próximas comparecencias del Papa serán la audiencia general del miércoles, a las nueve y media de la mañana, y la misa del Jueves Santo, a las seis de la tarde.

 

Fuente: ABC