Daños. Las pérdidas fueron totales en la habitación de Daniel Ruiz, quien aseguró que todo pasó por un celular que fallaba. Para ayudarlo, llamar al 2645473348.

 

"¿Ahora cómo se arranca?, ¿cómo empiezo otra vez? No se arranca, ya está… no se arranca", se lamentaba ayer Daniel Ruiz (50) mientras miraba con recelo lo que alguna vez fueron sus cosas, ahora reducidas a escombros por culpa de un incendio que destruyó prácticamente todo lo que tenía en su habitación.

Si bien resta que las pericias lo confirmen, Ruiz está convencido que las llamas se desataron por una falla en un celular marca Nokia que ocupaba para escuchar música cuando lo buscaban para hacer changas. "El día anterior cuando lo tenía en el bolsillo lo notaba caliente. Le quise apagar la música pero no pude, así que le saqué la batería, después lo volví a armar y lo dejé en la pieza", explicó.

Al parecer el aparato continuó fallando y todo terminó en desgracia cuando cerca de las 14 del lunes se desató el incendio en una de las habitaciones de la vivienda, ubicada en el interior del Barrio Neuquén, sobre la calle Tunuyán, en Rawson.

Ruiz hace un tiempo se separó y se fue a vivir a esa casa, que ahora comparte con su hermana Lorena (48) y los tres hijos de ella, de 15, 13 y 10 años. "Lo mío estaba todo acá, lo de mi hermana es aparte", dijo la víctima antes de enumerar lo que perdió: una cama, dos roperos repletos de prendas, un televisor, calzado, unos $5.000, un calentador, mochilas, un sillón, entre otras cosas. Pero lo que más le dolió fue perder herramientas, una bordeadora y una máquina de cortar pasto que para él eran de mucha importancia porque con eso se ganaba la plata para poder comer. "Yo vivo el día. Ahora como están las cosas.. está todo caro, no se puede. Es el día y nada más", sostuvo.

El consuelo que le queda es que a sus dos sobrinos más grandes, los únicos que estaban en la casa al momento del incendio, no les pasó nada. "Empezó a salir humo por la puerta, y como no pudimos abrirla porque tenía llave empezamos a tirar agua por la ventana", contó la mayor, de 15 años.

A esa hora Ruiz se encontraba en la casa de un amigo, a quien le llamaron para avisarle que "algo había pasado porque estaban los bomberos en la casa". "Cuando llegué ya se había consumido todo. Quedé con esto que tengo puesto: la remera, el pantalón y las zapatillas", cerró.