A salvo. Un agente de la Patrulla Fronteriza de EEUU salva de una muerte segura a un niño hondureño de 7 años que viajaba en una balsa improvisada.

 

El agente de la Patrulla Fronteriza de Brady Waikel se convirtió en un héroe inesperado tras recatar a un niño hondureño de siete años de edad que cayó al río Bravo al tratar de llegar a EEUU en una balsa improvisada usando una piscina inflable para niños. Ocurrió en el viernes 10 de mayo, en Eagle Pass, Texas, ciudad que al otro lado de la frontera tiene a Piedras Negras, México y se conoció ayer.

En otras imágenes se mostró a dos niños rescatados en ese mismo viernes, quienes luego pudieron reunirse con su mamá.

En un video tomado por la periodista Silvia Foster-Frau se puede observar al niño rescatado y a los otros dos menores junto con adultos en un mismo grupo de personas detenidas por los agentes de la Patrulla Fronteriza. 

Los agentes usaron cuerdas para ayudar a las personas migrantes a llegar a la orilla del lado estadounidense. El río Bravo es una frontera natural con México. 

El río Bravo está más caudaloso en los días recientes debido a lluvias y descargas en la Presa de la Amistad, a unos 100 kilómetros de distancia al noroeste.