El principal dirigente de la Confederación de los Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Juan Grabois, aseguró que en Argentina “hay mecha corta” y que “no hay margen para nuevas decepciones”.
“Hay una tensión contenida por la esperanza. Siempre tenemos una cuotita de pensamiento mágico porque así es Latinoamérica, tiene que ver con nuestra cultura”, respondió en declaraciones radiales al programa Maldita Suerte de FM La Patriada cuando fue consultado respecto a la transición de gobierno que se avecina el próximo 10 de diciembre. Y agregó: “Pero después de ese optimismo de la voluntad viene un poco el pesimismo de la razón y es que eso probablemente no suceda. Cuando las esperanzas se ven traicionadas estallan con mucha fuerza”.
El referente social criticó además la postura “triunfalista” del Frente de Todos tras las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), a pesar de que ratificó su pertenencia al espacio político del presidente electo Alberto Fernández: “Yo me siento parte de este frente, milité por este frente y creo en Alberto, creo que va hacer lo que tiene que hacer. Pero no me gustó el exitismo que hubo luego de las PASO ni tampoco esa moderación impostada de no marcar dónde están las contradicciones sociales”.
Grabois sostuvo también la importancia de que el próximo presidente tome “medidas claras” para el porcentaje de argentinos que viven bajo la línea de la pobreza: “Ojalá que la necesidad de que se tomen una serie de medidas para reactivar el consumo, promover la redistribución de la riqueza y enfrentar las consecuencias más crueles del modelo macrista tome con la seriedad que se tiene que tomar”.
Antes de las elecciones, el líder de la CTEP ya había negado que fuera a ocupar un cargo en el gobierno de Fernández y en esta oportunidad volvió a desacreditar el debate sobre los nombres que integren el Gabinete. “El método para mi no tiene que ver con los nombres, sino cuáles son las ideas fuerza. Vienen las ideas, el presupuesto, la institucionalidad y después los nombres”, sostuvo y agregó que “hay que hacer una auditoría de la deuda”.
“Va a haber que meter políticas de redistribución de riqueza. Y esas son, le guste a quien le guste, meter retenciones, aumentar el impuesto a bienes personales, revisar el esquema tarifario. No alcanza sólo con el crecimiento. Estoy convencido de que hay que hacer la reforma agraria y lo voy a seguir diciendo”, señaló.
“Han creado el relato que los que luchamos por la redistribución de la riqueza por alguna razón somos la gente más mala del mundo. Desacreditando al mensajero desacreditás el mensaje”, indicó. “Hay intereses económicos muy concretos y hay que ver de qué lado de la mecha está cada uno. Yo no digo que defiendo los intereses del conjunto de la sociedad, yo defiendo los del 40% más pobre y se que lo que les falta en términos de tierra techo y trabajo lo tiene el 1% más rico”.
También, consultado por la actitud de Alberto Fernández al recibir en su oficina a Braian Gallo, el joven estigmatizado cuando se desempeñaba como presidente de mesa en una escuela de Moreno durante las elecciones, manifestó: “Me encantó, fue lo que más me gusto desde que empezó la campaña hasta ahora porque políticamente no garpa. Estoy convencido que detrás de cada gorrita y cada visera hay un pibe que tiene su historia y hay que defenderlo como si fuera nuestro hermano".