La visita del embajador de Chile en Argentina, Nicolás Monckeberg Díaz, resultó clave para que el gobernador Sergio Uñac y sus funcionarios pusieran sobre la mesa todas las cartas positivas para que avance el proceso licitatorio del Túnel de Agua Negra. Pese a que el proyecto alcanzó hasta una instancia de preselección de consorcios internacionales interesados en hacer la megaobra y se logró financiamiento, en el país trasandino hay resistencia por un supuesto costo que excedería altamente lo presupuestado. Sin embargo, los alfiles uñaquistas refutaron esa visión y tiraron todos los argumentos técnicos y económicos para resaltar que el paso por Iglesia es el más conveniente, dado que el diplomático llegó con la idea de buscar otros accesos alternativos, como Del Portillo y la Chapetona, idea que fue rechazada, señaló el ministro de Obras, Julio Ortiz Andino. Tras la reunión, manifestó que el embajador se comprometió a analizar la iniciativa original con las autoridades de su país para ver si puede ser reimpulsada.
Uñac destacó que "hay proyectos comunes de San Juan con la región de Coquimbo. La construcción del Túnel de Agua Negra es el gran objetivo, pero, más allá de esto, tenemos un pasado que unos une e identifica". Por su parte, Ortiz Andino reveló que Monckeberg Díaz "venía con el tema de estudiar alternativas, que puede haber una mejor posibilidad en otra zona. Le hemos dicho que no estamos de acuerdo porque es tirar por el piso todo lo que hemos hecho en estos últimos 17 años. El Túnel de Agua Negra es la prioridad. Son dos proyectos muy bien estudiados, optimizados, avalados por consultoras internacionales y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que pone el financiamiento de 1.500 millones de dólares. Pero, más que nada, es dejar de lado el Corredor Bioceánico y no toman en cuenta la cantidad de obras nuevas que se deberían hacer que, en el caso de Agua Negra, ya se hicieron".
Con respecto al costo de la megaobra, el ministro de Obras resaltó que "le hemos dicho que no es más caro de lo presupuestado, se lo hemos asegurado de muchas maneras. Hoy estamos en una situación de un pliego casi terminado, con lo que lo único que tenemos que hacer es ponerlo en la calle, que lo estudien las empresas y coticen. Si es como dicen ellos, que la cotización va a ser elevada en, por ejemplo, un 100 por ciento, se puede dar marcha atrás, ya que hay dos cláusulas de salidas". En el país trasandino se había hablado que el monto justamente era de un 100 por ciento más, pero Ortiz Andino destacó que el informe chileno al final habló de un 52 por ciento extra, cosa que también refutó.
Así, el titular de la cartera de obras resaltó que "el embajador ha quedado un poco convencido que hay hacer un trabajo duro en Chile, al igual que nuestro diplomático, Rafael Bielsa, a quien le hemos dado la respuesta al informe que se hizo en el país trasandino, que es un estudio contundente, tanto institucional como técnico. Creo que no les va a quedar ninguna duda después que lo vean".
De esa forma, Ortiz Andino dijo que Monckeberg Díaz "se comprometió a analizar lo que le habíamos dado. En abril o principios de mayo tendremos la reunión del Comité de Integración en San Juan y ahí pediremos que vengan los dos embajadores para discutir el tema".
Consorcios
El ministro Ortiz Andino recordó que en el proceso licitatorio se anotaron 10 consorcios (grupos de empresas) para la instancia de precalificación. El titular de la cartera de Obras dijo que "uno quedaría afuera, por lo que nueve estarían en condiciones de competir en la licitación propiamente dicha.
Salidas
El ministro explicó que hay dos cláusulas de salidas si el presupuesto del proyecto es muy elevado. Una de ellas es la instancia de cotización inicial mientras que la otra se puede dar una vez que se le haya adjudicado la obra al consorcio. En esa etapa, el grupo hace el proyecto ejecutivo y si es muy costoso, se puede salir.