Tras el revuelo que se generó en las redes sociales luego de que Gisel Ávila subiera a las redes sociales las selfies “sexies” que se tomó junto a su hijo, quemado por pirotecnia, el Estado decidió intervenir y resolvió separarla de sus hijos. Esta decisión se tomó tras corroborar, en un primer momento, que el niño y sus dos hermanos no vivían en condiciones óptimas, según dijo a Radio Sarmiento la secretaria social de la Dirección de Niñez, Cristina Casívar. La funcionaria agregó que los menores no fueron trasladados a un hogar estatal, sino que quedaron temporariamente bajo el cuidado de su abuela materna.
“Un equipo de la Dirección de la Niñez hizo un primer acercamiento y una primera evaluación del grupo familiar. Se hizo una encuesta vecinal y se detectó que había vulneración de derechos de los chicos”, dijo la funcionaria quien no quiso dar demasiados detalles de la situación, aunque por trascendidos se conoció que los chicos ni siquiera tenían camas.
Frente a esta realidad Casívar aseguró que una trabajadora social y un psicólogo van a concurrir al domicilio de Ávila para analizar y conocer bien en profundidad la situación familiar y que “se montará una red de contención y que el ministerio de Desarrollo Humano junto al municipio ofrecerán los elementos necesarios para que los niños vivan dignamente”.