Cuando en el Cantoni se habían apagado casi todas las luces y atrás habían quedado los gritos y las lágrimas tras la conquista mundial, los únicos sonidos que se escuchaban eran de un parlante en el vestuario de Las Águilas. El equipo dejó el estadio cerca de la 1 de la mañana de ayer y la celebración continuó con una cena en el hotel, sin familiares ni allegados. Fue un festejo íntimo que buscó cerrar el ciclo del grupo, una última reunión a modo de despedida luego de un proceso largo que se coronó con el campeonato y que sirvió para dar cuenta, una vez más, de la unidad de un plantel que dejó mucho para poder dar una histórica vuelta olímpica en San Juan. Y ayer, al mediodía, algunas de las jugadoras almorzaron con los suyos y a la noche acompañaron a los varones en la final.

La demora en la salida del estadio se debió al retraso en el antidoping, ya que las jugadoras asignadas no podían completar el proceso. Sobre la 1 pudieron salir al hotel y allí las esperaban con la cena lista. Antes habían decidido que era la última noche del grupo y que se debían un cierre de ciclo.

Durante la comida habló el técnico Darío Giuliani y por primera vez brindaron con champán.

"Es muy difícil llenar el Cantoni y ellas lo consiguieron, no sólo por el nivel de juego sino por las ganas que le metieron. Le transmitieron algo la gente, que se convirtió en el jugador número 6. No caen aún, es todavía una nube de emociones porque cuando conquistaron los anteriores títulos lo hicieron lejos", reveló Carlos López, integrante del CT.

Despedida. Una merienda antes de alentar a los varones en el Cantoni fue de las últimas actividades antes de dejar el hotel y cerrar el ciclo mundialista 2022.

Tras la cena estuvieron atentas a las repercusiones de la conquista mundial y se durmieron con la sensación del sueño cumplido. Ayer, algunas de las hockistas almorzaron con sus allegados y el resto quedó en el hotel, con pileta incluida durante la siesta.

"Hablamos mucho del partido, de cómo se fue dando y fundamentalmente de jugar con el Cantoni lleno. Fue increíble. Sentir el apoyo de miles de personas, en un lugar que tiene mucha mística es una sensación indescriptible", confesó Luciana Agudo, la capitana.

 

Convencimiento

Para Luciana Agudo, la clave del título fue el convencimiento del grupo. "Después de la final 2019, queríamos jugar por el título ante España, en el Cantoni y con nuestra gente en las tribunas. Estábamos convencidas de que íbamos a ganar ese partido y se dio tal como lo habíamos pensado", dijo.