La municipalidad de Viña del Mar suspendió por segunda vez consecutiva el Festival de Viña del Mar por las complicaciones que implica la pandemia de coronavirus en la organización del evento.
Las señales televisivas organizadoras y el municipio acordaron no judicializar el tema para no afectar la marca del espectáculo.
Pese a que la cantidad de casos está bastante controlada en la región y el proceso de vacunación está avanzado. El problema es la incertidumbre internacional, vinculada al riesgo de que los artistas no puedan cumplir con los contratos en caso de contagios y porque muchos que se buscaba contratar no abrieron agenda en Latinoamérica.
Además, otro de los argumentos es que el festival se financia en gran parte con la venta de entradas, con 15 mil plazas en la Quinta Vergara para los seis días. Con Viña del Mar en Fase 4, se permitiría que asistan tan solo 5 mil personas por días, lo que no cubriría el financiamiento. En el lugar trabajan 3 mil empleados.
La alcaldesa Macarena Ripamonti y los diferentes canales expusieron sus propuestas en el Consejo Municipal de este domingo.
"Es una lástima la suspensión, una lástima honesta de lo que significa en términos afectivos y por nuestro patrimonio cultural", expresó la jefa comunal.
Y explicó: "Uno siente que los aforos se abrieron, pero el modelo supone que se tiene que hacer con un estándar mayor y mejor al anterior cada año, era un detrimento cultural del festival".
A su vez, apuntó que iniciaron una estrategia con los grandes canales para que colaboren y trabajen para hacer de Viña del Mar el epicentro cultural de Chile con importantes eventos teatrales y distintos espectáculos o actividades para toda la familia.