El Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó el martes su pronóstico de crecimiento económico mundial en casi un punto porcentual debido a la guerra de Rusia en Ucrania, y advirtió que la inflación ahora es un "peligro claro y patente" para muchos países. Pero a contramarcha de que lo diagnosticó a nivel global, el FMI elevó las proyecciones de crecimiento para la Argentina a 4% en 2022, una mejora respecto de lo previsto en enero último.
Las estimaciones del país se dieron a conocer ayer en Washington durante la presentación del World Economic Outlook y apenas unas horas después de que aterrizó en la misma ciudad el ministro de Economía, Martín Guzmán, para participar de la Asamblea de Primavera (boreal) del FMI y el Banco Mundial (BM). El viernes, el ministro argentino se reunirá con la jefa del FMI, Kristalina Georgieva.
De acuerdo con las previsiones del organismo, la economía argentina crecerá un 4% en 2022, una mejora de un punto porcentual respecto de la última proyección de enero, y 1,5 superior a la que se estimó en octubre del año pasado.
Estos datos resultan incluso por arriba de las emitidas hace apenas 10 días por otros organismos como el Banco Mundial, que estimó que el país crecerá 3,6% durante el período en curso.
Respecto de las estimaciones de la inflación, el Fondo proyectó para 2022 un número que es el tope de las metas indicativas en el acuerdo con el FMI aprobado a fines marzo (48%); sin embargo la propia titular del Fondo anticipó que se trata de uno de los temas que habrá que "recalibrar" tras la evidencia de la presión inflacionaria en el país y a la crisis internacional que profundizó la guerra.
No obstante, Guzmán aterrizó en Washington con las metas relevantes del programa (cuantitativas) cumplidas, según anticipó antes de partir.
Asimismo, el organismo estimó para Argentina que la cuenta corriente de los bienes y servicios serán superavitarios en U$S 500 millones, mientras que la tasa de desempleo rondará el 9,2% también para 2022.
A nivel mundial, el informe proyecta un crecimiento mundial del 3,6 % en 2022 y 2023: 0,8 y 0,2 puntos porcentuales menos que en el pronóstico de enero, respectivamente. La rebaja refleja en gran medida los impactos directos de la guerra en Rusia y Ucrania y los efectos secundarios mundiales", precisó Gourinchas durante la conferencia de prensa.
Según el economista jefe del Fondo, "las perspectivas económicas mundiales se han visto seriamente afectadas, en gran parte debido a la invasión de Ucrania".
En este contexto, se revisaron las perspectivas de crecimiento de la Unión Europea para este año a la baja en 1,1 puntos porcentuales, debido a los efectos indirectos de la guerra.
Para América latina, limitaron el crecimiento de la región a 2,5%, tanto para 2022 como para 2023, debido a la ralentización esperada en las economías de Estados Unidos y China, los grandes socios de la región, que crecerían 3,7% y 4,4%, respectivamente en 2022; en tanto Brasil, el país más grande del Cono Sur, crecería apenas 0,8% en el mismo período.