El Fondo Monetario internacional (FMI) ha rebajado sus previsiones de crecimiento global hasta el 3,2 % este año y el 2,9 % el que viene, en un escenario de elevada inestabilidad en el que no se descarta que estas estimaciones vuelvan a empeorar.
El Fondo reduce así en cuatro y siete décimas, respectivamente, la previsión que publicó en primavera, y revisa a la baja la evolución de los principales motores de la economía mundial -Estados Unidos, China y la zona euro- y de prácticamente todas las grandes economías del planeta.
Estados Unidos, la mayor economía mundial, sufre una importante revisión en las previsiones del Fondo, que este organismo ya adelantó hace unos días: 2,3 % de crecimiento para este año y sólo el 1 % el que viene, 1,4 y 1,3 puntos menos que en sus estimaciones anteriores, respectivamente.
Algo mejor parada queda su gran competidora mundial, China, que crecerá, según estos nuevos cálculos del FMI, el 3,3 % este año (1,1 puntos menos que los pronósticos de abril) y el 4,6 % el que viene (medio punto menos).
Expansión para América latina
Por otra parte, el FMI revisó al alza su previsión para el crecimiento de las economías de América latina, a diferencia de sus pronósticos para el desempeño global, debido a una fortaleza mayor a la esperada de los grandes motores de la región, Brasil y México. En una actualización parcial de su reporte Perspectivas de la Economía Mundial, el Fondo con sede en Washington indicó que ahora espera que las economías latinoamericanas en su conjunto crezcan un 3%, un aumento de 0,5 puntos porcentuales respecto de su estimación de abril. Sin embargo, el panorama se complica el próximo año, debido a lo que se espera sea un fuerte desaceleración de Estados Unidos y China, y a los efectos de condiciones monetarias locales más duras para enfrentar la inflación. Para el 2023, el FMI recortó la perspectiva de crecimiento del PIB de la región 0,5 puntos porcentuales a un 2%.
El dólar repunta
La moneda estadounidense repuntaba en las últimas horas, mientras los inversores digerían los últimos comentarios de la Reserva Federal sobre la trayectoria futura de las tasas de interés, en tanto, el euro caía al oscurecerse las perspectivas económicas de la región.
- Abandono. Los operadores interpretaron la decisión de la Reserva Federal de abandonar su compromiso de orientar a los mercados sobre la futura trayectoria de las tasas de interés, tras una subida de 75 puntos básicos ampliamente esperada, como una señal de que las autoridades podrían suavizar su postura, lo que empujó al dólar a la baja.
- Temores. "Los problemas para otras divisas no dejan de aumentar, sobre todo en Europa, donde los crecientes temores sobre la escasez de gas y energía siguen pesando sobre el euro y amenazan la capacidad del BCE para endurecer la política monetaria tanto como podría desear", dijo Stuart Cole, estratega macroeconómico jefe de Equiti Capital en Londres.
- Recesión. Los economistas de Berenberg estiman que la Unión Europea podría tener que pagar unos 430.000 millones de euros (435.630 millones de dólares) o hasta el 3% del PIB de la región en 2021 en concepto de facturas de gas natural. JP Morgan espera que la economía entre en una leve recesión a principios del próximo año. Sin embargo, la subida del dólar no era generalizada.
Por Saikat Chatterjee y Ricardo Figueroa
Agencia Reuters
