El presidente de la Federación Internacional Asociaciones de Fútbol (FIFA), Gianni Infantino, respaldó la decisión de la Conmebol de que se juegue en España la superfinal de la Copa Libertadores entre River y Boca, al afirmar ayer que "el fútbol debe continuar" y que esa experiencia debe servir para escribir "una nueva historia en el fútbol sudamericano".
Infantino habló del asunto en rueda de prensa, luego de disertar en la Cumbre de Líderes del G20 en Buenos Aires, ante la que remarcó el "potencial y las posibilidades"
que generan la educación, la salud, el crecimiento económico, la inclusión social y la igualdad de género.
Sobre la postergación de la superfinal por los hechos de violencia de hinchas de River contra el plantel xeneize fuera del estadio Monumental, sostuvo que fue un "momento muy triste" ya que se trata de "un partido de fútbol que genera mucha emoción",
pero que de ninguna manera es "ni una guerra, ni una batalla, ni una pelea y lo que ocurrió no tiene excusa alguna y tiene que ser condenado".
"Todos los que estamos involucrados en el fútbol tenemos que aprender de estos hechos y acciones y asegurarnos que esto genere un antes y un después para que no vuelva a ocurrir", subrayó.
La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) "es la que tiene jurisdicción
y autoridad para tomar decisiones y nosotros desde la FIFA estamos colaborando en el nivel que podemos", sostuvo Infantino.
Dijo que la federación sudamericana "analizó y decidió en consecuencia" porque "no jugar un partido es una perdida y debe llevarse adelante" y que la "única manera es jugarlo en España" para evitar "crear mayores tensiones alrededor del partido"..