De un par de años a esta parte, por obra y gracia del colombiano Egan Bernal y el belga Remco Evenepoel, actualmente corriendo el presente Giro de Italia, y el esloveno Tadej Pogacar, ganador del Tour de Francia 2020, se derrumbó aquel mito sobre "que las grandes vueltas las ganan los ciclistas maduros". Vincenzo Nibali ganó la Vuelta a España con 25 años. Con la misma edad, Chris Froome ganó la Vuelta a España. En tanto que Lance Armstrong tenía 28 abriles cuando ganó el primer Tour, de los siete que le quitaron por considerar que hizo trampas.
Bernal ganó el Tour con 21, Pogacar lo hizo con 22 y Evenepoel, que aún no corre la "ronda gala", con 20 está peleando palmo a palmo, segundo a segundo, la actual "corsa rosa".
El Giro, menos comercial, pero, posiblemente, más duro que el Tour, terminará con una contrarreloj de 29 kilómetros, por eso anteayer, en la décima etapa, Bernal y Evenepoel pelearon un embalaje intermedio bonificado. El belga es una piedra en el zapato del colombiano que viste de rosa porque está a 14 segundos, distancia que si la carrera terminara hoy (NR: se disputa la 11ma de 21 etapas), quien ganó la Vuelta a San Juan 2020, pulverizaría en el primer tercio de la crono. Por esta razón es que el jefe de filas del equipo INEOS Grenadiers intentará "sacárselo" de encima en las etapas de montaña que restan.
Este presente, al que se suma el ruso Alexandr Vlasov, otro joven de 25 años, que marcha tercero a 22 segundos, no era el que pensó la cátedra. Ciclistas con mayor edad y experiencia, como el italiano Nibali y el español Mikel Landa, que debió abandonar por una rodada, aparecían como los rivales más duros para Bernal, quien en las casa de apuestas era quien menos pagaba por su favoritismo.
Este Bernal-Evenepoel, era el duelo deseado por los aficionados del mundo, pero había dudas por cómo llegaron, el sudamericano acarreando sus lesiones en la espalda y el europeo con nueve meses de inactividad por la fractura de pelvis.
La etapa de hoy, 162 kilómetros con 35 de terreno pedregoso, entre Peruggia y Montalcino y la subida del sábado al Zoncolan, empezarán a develarse algunas dudas. ¿Estará tan fuerte Bernal como para estirar ventajas? Y, ¿cómo responderá Evenepoel?
Queda medio Giro por recorrer, y queda, lo más duro.
Si algo queda claro en las primeras diez etapas recorridas, es que el mañana es hoy. Que los pibes que antes eran el futuro, son un presente concreto y sólido que alimenta la hoguera de la pasión por el ciclismo en el mundo.