El Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), la obra de ingeniería vinculada al abastecimiento energético más importante de los últimos 50 años, cada vez está más cerca de su habilitación definitiva. Tras la última soldadura de la cañería realizada hace un par de semanas y ahora el inicio del llenado que empleará unos 18 días, aproximadamente, para el 9 de julio próximo se espera concretar la inauguración de esta trascendental obra realizada con recursos del Tesoro Nacional, sin financiamiento de otros organismos públicos o privados, y en un tiempo récord de 10 meses.

Esta obra fue imprescindible concretarla ya que el yacimiento de Vaca Muerta requería la forma de evacuar su producción de gas de una manera práctica, posibilitando su aprovechamiento tanto para consumo interno como para exportación. Un convenio entre Energía Argentina (Enarsa) y la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) permitirá ampliar la capacidad de transporte de gas y hacerlo llegar a los centros de consumo, reinvirtiendo en la expansión del gasoducto. 

El GPNK atraviesa cuatro provincias, desde la planta de tratamiento de gas en la neuquina Tratayen, emplazada en el corazón de Vaca Muerta, pasando por Río Negro, La Pampa, hasta Salliqueló en la provincia de Buenos Aires, punto en que termina la primera etapa de esta gran obra.

Respecto de la importancia del gasoducto se dice que va a cambiar la vida del país, ya que es el comienzo de dar vuelta nuestra balanza energética y comenzar a no necesitar importaciones energéticas y además exportar.

La recuperación de la inversión se estima que será muy rápida, no más de dos años, ya que el país ahorrará en importaciones y subsidios, al acceder a un gas más económico.

El proceso de llenado, que comenzó con la apertura de la primera válvula, se va a realizar gradualmente hasta completar cada una de las etapas programadas en el tiempo previsto.

Obras como este gasoducto son las que está necesitando el país para lograr la independencia energética. Vaca Muerta es uno de los yacimientos petrolífero y de gas más grandes del mundo, con una superficie de más de 30.000 km2. Está ubicado sobre una formación geológica de shale situado en la cuenca neuquina en las provincias de Neuquén, Río Negro, La Pampa y Mendoza. Su producción de gas es tan abundante que el gasoducto era imprescindible para el aprovechamiento de este recurso. Afortunadamente esto fue advertido y en función de ello se dispuso su construcción con la dedicación y el esfuerzo que se merecía. Pese a algunos inconvenientes de índole económico y social la obra tuvo algunos retrasos, pero esto no impidió que se terminara y ahora dentro de unos días se va a proceder con su habilitación.

Las autoridades de gobierno como también representantes de otros sectores de la vida económica del país deberán abocarse a la segunda parte del proyecto, teniendo en cuenta que este tipo de obras son fundamentales para el crecimiento y desarrollo de la nación.