Delirio. Gustavo Leonel Pereira empieza a vivir su gran tarde. Era el primero de los dos goles que hizo para meter a Peñarol en la serie por el ascenso.

 

Nueve goles en esta campaña. Un goleador que recuperó el fútbol de San Juan y que en Peñarol empezó a recibirse de ídolo con una actuación consagratoria. Dos goles ante San Martín, un repertorio del manual del centrodelantero y la entrega ilimitada de ese pibe que se hizo en el Barrio Cabot y que nunca se da por vencido. El Gatito Pereira fue artífice de la victoria, aunque se quedó con las ganas de festejar del todo por el abrupto y violento final: "Fue raro todo pero creo que lo ganamos con todos los merecimientos. Fuimos más y ellos, solamente se dedicaron a protestar, a ensuciar. No quisieron jugarlo y es una pena porque argumentos tienen. Pero Peñarol fue contundente y pese a que no pudimos desplegar el fútbol que ya mostramos en la ida, creo que la actitud de todos para revertir la historia fue fundamental. Me quedo con eso. Con la entrega de mis compañeros, con las ganas de avanzar un paso más hacia el gran sueño. Dimos el paso y ahora queremos lo que falta pero sin perder nunca la humildad. En lo personal, es volver a vivir. Ya llegué a los 9 goles y eso me recuperó toda la autoestima. Es un gran grupo que me hace las cosas sencillas como por ejemplo el Bibi González que se mata corriendo, chocando, yendo a todas. Es un lindo momento pero todavía falta y la gente sabe que dejaremos todo por conseguir ese sueño".

Bove, dolido
 

El técnico de Peñarol habló de sus sensaciones: "Sabíamos que ellos vendrían a esto. Un amigo del fútbol me lo había anticipado y fue así. Es una pena porque era una final entre los dos mejores de Cuyo y se opacó con este desenlace, pero Peñarol fue justo ganador y creo que la ventaja era muy merecida".