Al igual que con la Policía, la gestión uñaquista ha venido regularizando los ascensos del personal del Servicio Penitenciario, al punto que este año llegará a una cifra histórica. Mañana saldrá una tanda de 145 promociones y está prevista otra de 240 para noviembre, según confirmó el secretario de Seguridad, Carlos Munisaga. Las 385 personas que subirán de categoría están dentro de las áreas de seguridad, administrativa y profesional y representan el 36 por ciento de los 1.050 trabajadores que tiene el Penal de Chimbas, porcentaje que se incrementa si se descuenta a los cerca de 90 empleados que se encuentran de licencia o están por retirarse.
La medida representa un reconocimiento y un estímulo para el personal que tiene la tarea de controlar a los presos, contenerlos desde el punto de vista médico y social y realizar las tareas administrativas para que funcione el Penal, aunque no trascendió el costo que implica la totalidad de los ascensos.
En su primer año de gestión, el gobierno de Sergio Uñac subió de rango a 223 personas, en 2017 fueron 221 y el año pasado llegó a un total de 210. La primera tanda de las nuevas promociones se dará a conocer mañana, durante la celebración del Día del Agente Penitenciario. Se trata de 145 trabajadores del área de seguridad, en su mayoría personal subalterno. Cerca de fin de año se sumarán los otros 240, que incluirá al personal superior y subalterno y de las áreas administrativas y profesional (como médicos, psicólogos y asistentes sociales, entre otros), resaltó Munisaga. No es lo único, ya que el Gobierno ha incorporado unos 320 efectivos en los últimos tres años.
Tal reconocimiento de la administración uñaquista también se ha reflejado en la Policía, que ha venido con ascensos desde 2016 y este año se dieron 1.056 y está prevista otra tanda a fines de 2020.
Durante el festejo por el Día del Agente Penitenciario, en el que participará el Gobernador, se inaugurarán cuatro módulos sanitarios, tal cual le había adelantado Munisaga a este medio. Dichas estructuras servirán para ampliar la División de Sanidad y se previeron para contener a posibles casos de internos con síntomas de coronavirus, según explicó el director del Penal, Javier Figuerola. Si se diera esa situación y se confirmara un contagio, se aislará al paciente y se disparará el protocolo aprobado por Salud Pública para el traslado al Hospital Rawson. En la futura etapa pospandemia, los módulos se utilizarán para la atención médica de los presos, ya que cuentan con 40 camas, baños y sistema de calefacción, lo que totaliza unos 240 metros cuadrados.
Durante el acto, además, el Servicio Penitenciario exhibirá la adquisición de una ambulancia de complejidad media para traslado y atención interna, una unidad de bomberos y un camión compactador para recolección de residuos de la cárcel, informó Figuerola.