En un trabajo a contrarreloj, el Gobierno nacional busca tener listas 10.000 camas de terapia intensiva para cuando se produzca el pico de contagios de coronavirus en la Argentina, que de acuerdo a las estimaciones de los infectólogos se produciría a finales de mayo o incluso podría "correrse" a junio.

Una radiografía del sistema de salud argentino expone que en el sector público hay 2500 camas de terapia intensiva, mientras que en el privado casi 6000. Las 1500 restantes para alcanzar el número deseado son las que el Ministerio de Salud de la Nación intenta tener listas antes de que la pandemia recrudezca.

 

"La cantidad de camas a necesitar dependerá, en parte, del cumplimiento de la cuarentena obligatoria. Un impacto medio de la pandemia nos obliga a conseguir unas 2500 más", explicó una fuente de la cartera de Salud que conduce Ginés González García.

Solo el 5% de los infectados con coronavirus requieren asistencia en terapia intensiva, pero los expertos afirman que el escenario será diferente en mayo. Por estos días, poco más del 50% de la capacidad de estas camas está ociosa. Esto se debe a la suspensión de cirugías no urgentes y debido a la menor cantidad de accidentes de tránsito. "Estimamos que tenemos 4.100 libres", indican.

En cuanto a las camas para pacientes leves los números son disimiles. "Es difícil tener precisiones a nivel país", remarcan las fuentes consultadas. Lo que se sabe es que en la provincia de Buenos Aires hay 18 mil disponibles y en Tecnópolis se trabaja en otras casi 3.000 más, que podrían ampliarse.

 

A su vez se dispusieron de hoteles, iglesias y clubes en la Ciudad y todo el país.

Los respiradores

Pero la prioridad no solo pasa por las camas de terapia intensiva: el Gobierno espera que los tres fabricantes de respiradores automáticos en la Argentina puedan entregar unos 1000 para junio. El Ministerio de Producción de la Nación los financió y estimuló para que incrementen su producción. "Están trabajando en su máxima capacidad, somos optimistas", aseguran.

Para junio el Gobierno quiere contar con 2.500 nuevos respiradores, que se sumarán a los 7.400 existentes en la Argentina. Los restantes 1.500 se comprarán a China.