Otros diez detenidos, secuestros de armas, mechas, pólvora, tornillos y caños para armar bombas caseras, entre otros objetos. Este es el primer balance que arrojó un allanamiento en una casa usurpada en San Cristóbal en el marco de la investigación por los dos atentados que el miércoles pusieron en estado de alerta a las autoridades de Seguridad y que apunta a una irrupción de grupos anarquistas a días del comienzo de la Cumbre del G-20 en Buenos Aires.

La ministra del área, Patricia Bullrich, confirmó la "absoluta conexidad" entre ambos atentados, mientras el presidente, Mauricio Macri, aseguró que el Gobierno acturá con todo el peso de la ley sobre los responsables.

"Vamos a actuar con todo el peso de la ley; no vamos a aceptar este tipo de situaciones violentas de aquellos que han hecho estos intentos de atentado", aseguró Macri en declaraciones a una radio de La Pampa en las que además advirtió que "los autores de estos atentados van a pagar las consecuencias".

Poco antes, Patricia Bullrich había asegurado a la radio Mitre que se trataba de "casos de violencia extrema", que el Gobierno iba a ser "absolutamente contundente en la aplicación de la ley" y que ambos hechos "tienen absoluta conexidad".

El Presidente y la ministra se refirieron así a los atentados del miércoles que tuvieron como epicentro el frente de la casa del juez federal Claudio Bonadio, que investiga la causa de los cuadernos de las coimas, entre otros casos de corrupción; y otro contra el mausoleo donde descansan los restos del exjefe policial Ramón Falcón en el cementerio de Recoleta.

Ambos ataques, considerados de contexto local, fueron cometidos en vísperas de la Cumbre de Líderes del G-20 que deliberará en Buenos Aires entre el 30 de noviembre y el 1 de diciembre próximos.

Bullrich dijo que las tres personas detenidas inicialmente por los dos atentados tienen "el mismo tipo de orientación anarquista". También, insistió en que ambos hechos "tienen conexidad también con el atentado" cometido "cerca del Departamento de Policía, hace un año".

La tarde del miércoles, un joven luego identificado como Marco Viola, de 26 años, arrojó un paquete explosivo al patio de la vivienda de Bonadio, en el barrio porteño de Belgrano, donde fue detenido luego del ataque. Casi a la misma hora, una mujer resultó gravemente herida en el cementerio de la Recoleta cuando le estalló un explosivo de fabricación clandestina que, acompañada por un hombre, se aprestaba a colocar en la tumba de Ramón Falcón.

La mujer fue identificada como Anahí Salcedo, de 34 años, y el hombre como Hugo Rodríguez, de 38, quienes al momento del hecho actuaron disfrazados con pelucas y lentes para evitar ser identificados mediante las cámaras de seguridad del cementerio, según trascendió de fuentes policiales. Acerca de los detenidos Viola y Salcedo, la ministra de Seguridad señaló que el joven "vivía en el mismo lugar" que la mujer, por lo que insistió en que, "por la simultaneidad y por el tipo de aparatos (explosivos) hay relación entre ellos".

 

Vínculos con el terror

La Policía Federal detuvo ayer a dos hermanos argentinos con vínculos con la organización libanesa Hezbollah y les secuestraron más de una docena de armas: se trata de Axel Ezequiel Abraham Salomon (25) y Kevin Gamal Abraham Salomon (23).